Albacete, 18 de junio de 2025.- El delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Albacete, Ramón Sáez, ha asistido a la presentación de las jornadas organizadas por Divauvacoop, celebradas en el Centro de Formación Agroambiental de Albacete.
 
El objetivo de esta jornada ha sido el de dar a conocer el diseño y manejo del software desarrollado por esta entidad enmarcado en la convocatoria de ayudas, impulsada por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, destinada a promover la cooperación innovadora mediante la constitución de grupos operativos de innovación y la realización de proyectos piloto innovadores, diferenciando aquellos proyectos relacionados con la producción primaria, agrícola y ganadera, y por otro lado los relacionados con la industria agroalimentaria.
 
Así lo ha explicado el delegado provincial del ramo, quien ha indicado que, fruto de esta convocatoria, se constituyeron, en Castilla-La Mancha, 17 grupos operativos de la producción primaria, 5 de ellos, en la provincia de Albacete.  En concreto, Componerpio, para la obtención de fertilizantes agrícolas de calidad; Nuez de Nerpio, para la selección de genotipos selectos de nogal; Ovimprove, dirigido a la mejora de la fertilidad de la inseminación artificial, la competitividad y la bioseguridad de las ganaderías de ovino manchego; ASSPA-Barrax, para el cultivo y procesado viable y sostenible pistacho, y el proyecto Isla Verde de ASSPA, como nuevo modelo de cultivo y procesado en el pistacho.
 
“Unos proyectos para los que el Gobierno regional ha concedido ayudas por un importe cercano a los 551.000 euros”, ha detallado Sáez.
 
En cuanto a los proyectos relacionados con la industria agroalimentaria, el delegado provincial ha informado que se presentaron 8 proyectos piloto en toda la región, de los que 3 se desarrollaron íntegramente en la provincia de Albacete: Invinos, como sistema de trazabilidad blockchain para el vino; Nuez de Nerpio, para la elaboración de coproductos de alto valor a partir de nueces, y un tercer proyecto para la elaboración de estrategias para la sostenibilidad en el sector del vino y el aceite.
 
En esta línea, el delegado provincial ha destacado que este paquete de subvenciones “tiene un aspecto muy singular y novedoso”, puesto que fomenta el establecimiento de la relación, como grupo operativo de innovación, entre productores primarios, industrias agroalimentarias, centros de investigación y asociaciones u organizaciones relacionadas. “De esta forma, a través de estos grupos operativos se consigue la solución de problemas o el aprovechamiento de oportunidades de mercado de manera innovadora para conseguir nuevos productos, prácticas, procesos o tecnologías destinadas al sector agrario y agroalimentario de Castilla-La Mancha”.
 
Para finalizar, Ramón Sáez, ha reconocido el papel esencial que tiene la innovación y la digitalización para enfrentar los desafíos económicos, sociales y ambientales del sector agroalimentario y del medio rural. Así, el delegado provincial, recordaba la publicación, en el pasado mes de abril, de las bases reguladoras de las ayudas destinadas a promover la cooperación mediante grupos operativos, “como paso previo a la inminente nueva convocatoria para la creación futura de 40 nuevos grupos procedentes de los sectores agrario o agroalimentario que dé respuesta a las necesidades reales del sector, acelerando de esta forma la transferencia de conocimiento y proporcionando un asesoramiento efectivo”.
 
Proyecto Dicauvacoop
En el caso de Dicauvacoop, se trata de uno de los grupos operativos que se han beneficiado de estas ayudas. Está formado por Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, la Universidad de Castilla- La Mancha, Globalcaja, San Antonio Abad S. Coop. (Villamalea) y El Progreso S. Coop. (Villarrubia de los Ojos).
 
El proyecto tiene como objetivo el desarrollo de un software que permita avanzar tanto en la diferenciación de la calidad de la uva a la entrada en bodega, como en su retribución de acuerdo a criterios objetivos orientados al mercado y que compensen económicamente al viticultor.
 
Entre sus metas más específicas, se encuentran conocer mejor la calidad de la uva que aportan los socios a la entrada en bodega para realizar un pago más justo y equitativo; unificar los criterios de diferenciación de la calidad de la uva y facilitar un sistema de comparación de su pago, o incentivar a los viticultores en la realización de buenas prácticas de cultivo respetuosas con el medioambiente, que mejoren la eficiencia de los recursos.