La declaración por la UNESCO del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo como Patrimonio de la Humanidad, ha sido valorada por la Consejería de Educación y Cultura de Castilla-La Mancha, como un reconocimiento que permitirá la mejor salvaguarda de tan importante y frágil patrimonio, así como un mejor conocimiento por parte de los ciudadanos de todo el mundo, de lo que sin duda constituye, en palabras de Bandi, el tesoro histórico más lleno de vida que nos legaron los pueblos prehistóricos de Europa".

La Consejería de Educación y Cultura señala también que el trabajo realizado en la solicitud de declaración como Patrimonio Mundial, ahora refrendada, no es sino el inicio de un proyecto más amplio de colaboración para garantizar la conservación, estudio y divulgación del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.

La iniciativa ante la UNESCO fue promovida, conjuntamente, hace tres años por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Generalitat de Cataluña, la Junta de Andalucía, las Comunidades de Murcia y de Valencia, y la Diputación General de Aragón, en el seno del Consejo de Patrimonio.

El Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, cuenta en Castilla-La Mancha con una importante representación integrada por 93 registros de este arte incluidos en el documento de declaración, si bien estos conservan una limitada muestra de los que en realidad debieron existir.

Tres áreas: el núcleo de Villar del Humo, en la provincia de Cuenca, el de Nerpio, en la de Albacete, y el de Sierra Madrona, en Ciudad Real, contienen las máximas representaciones de este arte, y se encuadran en una política de protección y gestión basada en el desarrollo de la figura de los parques culturales.