CASTILLA-LA MANCHA ESTÁ MUY POR ENCIMA DE LA MEDIA NACIONAL EN INDICADORES DE LECTURA
La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha ha pasado en los últimos tres años de estar por debajo de la media nacional en los indicadores de lectura pública a situarse por encima de la media y, en algunos casos, por encima del doble de la media.
Así lo ha puesto de manifiesto hoy el consejero de Educación y Cultura, José Valverde, durante la presentación en rueda de prensa del Censo de Bibliotecas de la Red de Lectura Pública de Castilla-La Mancha y de la Guía de Animación a la Lectura.
Valverde destacó que esta evolución positiva de los índices de lectura son resultado de la política que viene desarrollando el Gobierno de Castilla-La Mancha en el ámbito de las bibliotecas con el fin de desarrollar el hábito de la lectura entre los ciudadanos y ciudadanas de la región y convirtiendo las bibliotecas en generadores y dinamizadores de la afición por la lectura.
El Programa de Regional de Animación a la Lectura puesto en marcha por la Consejería de Educación y Cultura desde los años 90 experimentó un fuerte impulso en el año 2000 con el Programa Biblioteca Abierta, para promover la realización de actividades en las bibliotecas con una doble vertiente; subvencionar a las corporaciones locales para que organicen estas actividades y prestarles apoyo técnico para la selección de posibles actividades.
Precisamente, con el fin de prestarles este apoyo se ha editado la Guía de recursos de Animación a la Lectura 2002, de la que se han publicado 2.000 ejemplares que se han distribuido en todas las bibliotecas y ayuntamientos. Las actividades ofertadas se agrupan en cuentacuentos, programas didácticos, recitales literarios, talleres, teatros y otros.
Destacó el fuerte incremento registrado en el número de actividades organizadas por las bibliotecas que ha pasado de 1.000 a cerca de 10.000 y se refirió al especial interés en fomentar las actividades de lectura pública a través del programa Leamos.
A lo largo de su intervención, el consejero ofreció una serie de datos recogidos en el Censo de Bibliotecas que evidencian el gran avance que se ha producido en los índices de lectura.
Así, destacó que a finales de 2000 había en Castilla-La Mancha 446 puntos fijos de servio 383 bibliotecas públicas y 63 salas de lectura-, además de cuatro bibliobuses. Entre todos ellos daban un servicio al casi el 95% de la población.
Estos centros han ido mejorando sus infraestructuras y equipamientos poco a poco y ofrecían en esa fecha más de 20.000 puestos de lectura. En cuanto a las bibliotecas automatizadas han pasado de representar el 20% del total en 1997 a más de 40% en 2000.
La evolución de las colecciones de las bibliotecas ha sido igualmente positiva y en 2000 alcanzaban un total de 3.310.092 volúmenes, lo que supone un ratio de documento por habitante de 1,92, mientras la media española no llega al 1.
En cuanto a las cifras de uso de préstamos a domicilio mantienen una tendencia al alza y llegan a una ratio en 2000 de 1,35 préstamos por habitante, cuando la media del conjunto de España es del 0,75. El préstamo de material audiovisual se ha multiplicado por cuatro en los últimos años.
Importante es también el número de visitantes de las bibliotecas, que las sitúan en uno de los servicios públicos más utilizados, con más de 3,4 millones, lo que supone una ratio de casi dos visitas por habitante. En tanto el número de socios de las bibliotecas ascienden a más de 421.000.
El consejero destacó cómo se ha incrementado el número de bibliotecarios en los últimos años, pasando de 389 en 1997 a 550 en 2000.
Pero todos estos avances no hubieran sido posibles sin una adecuada financiación por parte de las instituciones implicadas. En 2000 contaron con 2.377 millones de pesetas, de los que más de 650 millones fueron de aportación propia de la Consejería de Educación y Cultura y el resto de los ayuntamientos, titulares de las bibliotecas y salas de lectura.



