11/03/2010JCCM

JOSÉ MARÍA BARREDA: El 11 de marzo de 2004 se cometió en España uno de los peores atentados que jamás haya habido en toda nuestra historia. Y yo creo que es muy conveniente hoy, que es 11 de marzo, que tengamos en primer lugar un recuerdo para todos los fallecidos y para los miles de heridos que hubo, muchos de ellos, por cierto, paisanos nuestros de Castilla-La Mancha, para ellos y para todos los ciudadanos españoles y de otras muchas nacionalidades, nuestro recuerdo, nuestro cariño y nuestro afecto. Y nuestra voluntad de trabajar firmemente para conseguir que en España haya una convivencia pacífica, tranquila y fructífera.
Seguramente el mejor homenaje que podemos hacer a los que fallecieron en aquel cruel e injustificable atentado sea el de trabajar por la paz, por la convivencia y contra el terrorismo, contra quienes tenemos que desplegar toda la fuerza del Estado de derecho y con quienes no se puede tener ningún tipo de complacencia. Yo creo que ese es el mensaje de los demócratas, la unidad de todos los demócratas, la fuerza del Estado de derecho, para que sepan los terroristas que jamás van a conseguir nada con esos métodos absolutamente despreciables.
Creo que también es una buena oportunidad para recordar el comportamiento ejemplar del pueblo de Madrid y de todo el pueblo español, reaccionando de manera cívica y madura ante una verdadera atrocidad, y desde luego recordar y valorar todo el trabajo que hicieron el personal sanitario, de emergencia, los bomberos, las fuerzas del orden y de seguridad, creo que todos estuvieron a la altura de las circunstancias y todos hicieron una labor verdaderamente meritoria.
Y eso es lo que hoy quería trasladar, como presidente de Castilla-La Mancha, recogiendo, sin duda ninguna, el sentir mayoritario, probablemente unánime, de la sociedad de Castilla-La Mancha para expresar nuestro recuerdo, para mantener viva la memoria y para hacer una condena firme, sin ningún tipo de paliativo al terror y a los terroristas.