Trabajando por cada persona enferma
Este sábado, coincidiendo en el calendario con la conmemoración de la Virgen de Lourdes, celebramos el Día Mundial del Enfermo, un día clave en el que todos podemos contribuir aportando nuestro calor, nuestra comprensión, nuestro cariño, nuestra cercanía y nuestro compromiso con las personas que padecen una enfermedad. Esas personas que en casa, en un Centro de Salud o en la cama de un hospital, sufren una dolencia, pero que siempre están rodeadas de grandes profesionales sanitarios que exprimen lo mejor de su talento para hacer más amable y llevadera la vida a todos los que pasamos por sus manos.
El enfermo es el centro geográfico y estratégico de la sanidad, y portanto es el eje de los desvelos de una Administración sanitaria, volcada en laasistencia, pero también en la prevención.
En un día como hoy, se hace más visible el valor de la salud, y la necesidad de conservarla. En un día como hoy, se percibe con más claridadla importancia de velar siempre por la cercanía de los responsables sanitarios con nuestros pacientes, entendiendo su dolencia, su historia personal y valorando sus necesidades.
Para ello, es necesario potenciar la excelencia del Sistema Nacional de Salud favoreciendo, entre otras muchas cosas, la sostenibilidad, y que la relación médico-paciente sea más humana a pesar del difícil escenario en el que nos encontramos.
Hoy es un día también para acrecentar nuestra confianza en unpersonal altamente cualificado que dedica todo su empeño humano y profesional a curar, aliviar, y tratar, además de a escuchar, sonreír, alentar y animar. En definitiva, es un día para confiar plenamente en unos profesionales que son especialistas en ayudar a los demás.
Es un día también para confiar en los cuidadores de las personas enfermas, que asumen su responsabilidad poniendo siempre como prioridad una atención esmerada. Una sociedad que se preocupa con tanto ahínco de los más débiles, que es solidaria, es una sociedad “sana”, y es una sociedad con futuro.
Las dificultades del momento, no pueden hacernos cerrar los ojos a los cientos de motivos optimistas que podemos contemplar en la sanidad española y en nuestra sociedad. Sin duda, resulta más fácil afrontar los problemas acertadamente si somos conscientes de todos los factores positivos que conviven en un entorno sanitario como el nuestro, en el que lacalidad y la excelencia, están dirigidas a cuidar con esmero a cada paciente.
Las circunstancias por las que atravesamos no pueden provocar que pasemos por alto el sufrimiento de las personas. No sería responsable ni sería humano. A esas personas, que son mucho más que una historia clínica, queremos dedicar todo nuestro trabajo y nuestra energía, buscando el avance de los tratamientos médicos, de la ciencia y la tecnología más moderna y dando nuevas respuestas a los nuevos problemas de salud.
José Ignacio Echániz Salgado
Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha