Ofrecer alojamiento y cubrir las necesidades básicas de los transeúntes es el objetivo del nuevo albergue “Casa Belén” que el consejero de Bienestar Social, Tomás Mañas, acompañado del obispo auxiliar de Toledo, Angel Rubio, y el alcalde de Quintanar de la Orden, Juan Ubeda, ha inaugurado este mediodía en esta localidad toledana.

En la construcción y equipamiento de este nuevo centro, que forma parte de la Red Regional de Atención a Transeúntes, la Consejería de Bienestar Social ha invertido 110.000 euros, cantidad a la que hay que sumar los casi 11.000 euros que destinará durante 2005 para financiar su funcionamiento y el mantenimiento de sus instalaciones.

Durante su intervención, Tomás Mañas se ha referido de manera muy especial a los trabajadores de este recurso destacando que “su labor, más que un trabajo, es una verdadera vocación de servicio hacia los demás”; agradeciendo el esfuerzo que realizan en este centro “una labor que no se paga sólo con un sueldo”.

Así mismo, el titular de Bienestar Social ha destacado la actuación que el Gobierno de Castilla-La Mancha está llevando a cabo en el cuidado de las personas sin hogar, como lo demuestra la creación de la Red Regional que, en estos momentos, aglutina 28 centros de diferentes características con 245 plazas en toda la comunidad autónoma.

También, Tomás Mañas agradeció la colaboración de Cáritas, que gestionará este nuevo recurso, manifestando que “podéis contar en todo momento con el apoyo incondicional del Gobierno de José María Barreda, un Gobierno que se siente implicado en la mejora de la calidad de vida de aquellas personas más desfavorecidas de la sociedad”.

Este nuevo albergue de transeúntes de Quintanar de la Orden tiene capacidad para 6 plazas, y es uno de los centros de baja exigencia de la Red Regional de Atención a Transeúntes. En este recurso el tiempo máximo de estancia es de tres días, y en él se ofrece a estas personas cama, comida, duchas y ropa.

Actualmente, la provincia de Toledo cuenta con otros cuatro albergues de este tipo situados en Toledo, Puente del Arzobispo, Ocaña y Talavera de la Reina, con capacidad para un total de 48 personas.