"Se contabilizan hectáreas ya transformadas y se oculta la financiación" ALEJANDRO GIL DESMIENTE LOS DATOS APORTADOS POR EL MINISTERIO DE AGRICULTURA SOBRE EL PLAN NACIONAL DE REGADÍOS
El Director General del Agua, Alejandro Gil, ha acusado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de "utilizar un discurso en los despachos y otro muy diferente ante los medios de comunicación", en alusión a las declaraciones del Director General de Planificación y Desarrollo Rural, Antonio Rodríguez de la Borbolla, al término de una reunión mantenida hoy con el representante de Castilla-La Mancha.
Alejandro Gil ha afirmado que "la mejor forma de evitar esa mala información de la que se nos acusa, cuando son ellos quienes están manipulando los datos, es la transparencia de un documento escrito donde figuren todos esos compromisos que luego enarbolan". El Director General del Agua ha vuelto a insistir hoy en el encuentro con Rodríguez de la Borbolla en que se facilite el borrador del Plan Nacional de Regadíos pero hasta el momento "sólo recibimos detalles verbales".
Sobre los datos hechos públicos hoy por el Ministerio, Alejandro Gil ha aclarado que "en las 26.559 hectáreas para nuevos regadíos que apunta Rodríguez de la Borbolla se contabilizan más de 3.500 hectáreas que ya se han transformado en Alcolea del Tajo". Por tanto, la cifra real se reduce a 23.000 hectáreas de nueva creación, una superficie inferior a la contemplada en el anterior Plan Nacional de Regadíos que preveía 24.590 hectáreas.
En cuanto a las actuaciones de modernización, "es cierto que se nos han ofrecido 91.000 hectáreas frente a las 85.000 incluidas en el proyecto anterior, pero lo que ocultan es que antes la financiación era de un 70% con fondos públicos y ahora se ha reducido al 50%".
"Con la acusación de que Castilla-La Mancha no ha transformado ni una sola hectárea al regadío se falta a la verdad porque ya se han realizado más de 3.500 hectáreas en Alcolea del Tajo y se están transformando 3.900 en La Sagra-Torrijos".
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha destinado 4.454 millones de pesetas a los regadíos de Castilla-La Mancha sólo en el período 1996- 1998, cifra que engloba 1.369 millones en inversiones propias de la administración regional y 3.085 millones de pesetas en subvenciones concedidas para la modernización de regadíos emprendida por los agricultores. Las principales zonas donde se han aplicado los proyectos en la región son Hellín, Carcelén, zonas regables de Los Llanos y del Bornova, vegas tradicionales de Cuenca, Alcolea del Tajo, Sector I de La Sagra-Torrijos y las vegas de Pueblanueva.
Frente a este esfuerzo de la Junta de Comunidades, los fondos de la administración central para Castilla-La Mancha han sido de 859 millones de pesetas en el mismo período, procedentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en su totalidad, sin partida alguna del Ministerio de Medio Ambiente que también tiene competencias en infraestructura de regadíos.
Para Alejandro Gil, la preocupación por el Plan Nacional de Regadíos no se reduce a la superficie a transformar, sino que hay otros aspectos igualmente alarmantes "a los que no se nos ha dado respuesta en la reunión de esta mañana".
En primer lugar, hay dudas sobre si el Ministerio de Agricultura permitirá las actuaciones de transformación realizadas por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente o por los particulares cuando esas zonas no estén contempladas en el Plan Nacional de Regadíos: "este aspecto es importante porque ya no sólo se trata de que no tengamos fondos del Gobierno Central sino que es posible que tampoco podamos utilizar nuestros propios recursos".
Tampoco queda claro si el proyecto va a ser sólo un instrumento financiero o se le va a dar carácter de norma. En el segundo caso, supondría también limitaciones para las actuaciones que la comunidad autónoma o los propios agricultores quisieran realizar.
Por último, también se advierte una contradicción entre los Planes Hidrológicos de Cuenca, aprobados el pasado viernes, y los planteamientos del Ministerio de Agricultura. En aquellos proyectos figura que las inversiones de la Administración General del Estado en regadíos deberán contemplarse en el Plan Nacional de Regadíos; sin embargo, en las conversaciones mantenidas "se apunta que sólo van a incluirse las inversiones de Agricultura, sin tener en cuenta al Ministerio de Medio Ambiente que también tiene competencias en la infraestructura de regadíos".
Para Alejandro Gil, las reuniones con el Ministerio de Agricultura "son una operación para dar imagen de que se negocia, pero no puede hablarse de negociaciones en sentido estricto cuando no se plantea un documento escrito sobre el que presentar alegaciones y variaciones".



