Riópar, Bogarra, Liétor y Ayna disponen ya de nuevos sistemas de depuración. GIL. “LA DEPURACIÓN DE LAS AGUAS, UN PASO MÁS EN EL DESARROLLO DE LA SIERRA DEL SEGURA”
El consejero de Obras Públicas ha inaugurado las estaciones de depuración de aguas residuales de Riópar y Bogarra en Albacete. Esta infraestructura ha supuesto una inversión de 266,2 millones de pesetas y está proyectada para atender a más de 7.000 habitantes. La depuración de las aguas y la construcción de carreteras sin impacto ambiental, objetivos fundamentales de la Consejería.
El consejero de Obras Públicas ha inaugurado las estaciones de depuración de aguas residuales de Riópar y Bogarra en Albacete. Esta infraestructura ha supuesto una inversión de 266,2 millones de pesetas y está proyectada para atender a más de 7.000 habitantes. La depuración de las aguas y la construcción de carreteras sin impacto ambiental, objetivos fundamentales de la Consejería.
La Consejería de Obras Públicas financiará 245 millones de pesetas del total del presupuesto de estas depuradoras. Esta actuación se enmarca en el Plan de Saneamiento y Depuración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
El consejero de Obras Públicas, Alejandro Gil, explicó que “el desarrollo de la Sierra del Segura, una de las zonas más bellas de la región y con un importante turismo ecológico y rural, depende de las actuaciones encaminadas a respetar y mejorar el medio ambiente”.
El consejero anunció a los ediles que “en materia de carreteras, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha invertirá 4.360 millones de pesetas en la sierra albaceteña del Segura siguiendo unos criterios ambientales muy estrictos que aseguren la protección del entorno natural”. Entre los acondicionamientos más importantes, cabe destacar los tramos de Elche de la Sierra-El Ginete-Ayna, la variante de Pozohondo, el tramo que une Letur-Sócovos con el límite de la provincia de Murcia, la carretera que discurre entre Riópar y el límite de la provincia de Jaén y el tramo entre Pozohondo-Pozo Cañada.
El consejero de Obras Públicas ha asistido al acto de inauguración acompañado de los alcaldes de la Mancomunidad de la Sierra del Segura, la Sierra de Alcaraz y el delegado provincial del departamento. Tras proceder al corte de cinta con la típica navaja Albaceteña, los técnicos explicaron el proceso que sufre el agua al llegar a la estación de Riópar y Bogarra.
En estas infraestructuras se elimina las grasas y residuos del agua para posteriormente tratarla biológicamente, dotándola de las condiciones sanitarias y ecológicas más óptimas. En ambas plantas se han mejorado los caminos existentes para facilitar el acceso a las depuradoras.
El consejero informó que “el caudal medio de agua depurada en ambas estaciones será de 875 m3/día. Pero además, y dada las características de población de esta zona, que aumenta considerablemente en épocas estivales y fines de semana a consecuencia del turismo, hemos considerado necesario preparar a ambas infraestructuras para soportar un caudal máximo de 2.100 m3/día”.
Alejandro Gil recordó que “las acciones de la Consejería de Obras Públicas en la zona, y teniendo en cuenta la importancia de los criterios de tipo medioambiental, van encaminadas no sólo a la construcción de este tipo de infraestructuras que depuren las aguas que vierten a los ríos Segura y Mundo, sino también a otro tipo de actuaciones como la construcción y mejora de las carreteras siguiendo criterios de tipo medioambiental”.
Alejandro Gil informó públicamente de las nuevas depuradoras que la Consejería de Obras Públicas tiene previsto construir en la Sierra del Segura en materia de depuración, declarando que “el departamento de Obras Públicas está ya preparando la segunda fase de depuración de aguas de la Sierra del Segura. Otros municipios que vierten al río Segura dispondrán de nuevas estaciones de depuración de las aguas como son Elche de la Sierra, Letur, Socovos, Yeste, Molinicos y Nerpio. En total, y con una inversión de 1.421 millones de pesetas se atenderá a más de 15.000 habitantes”.
Gil resumió este tipo de acciones diciendo que “la política de la Consejería de Obras Públicas en materia de aguas residuales se basa, fundamentalmente, en la programación de inversiones y distintas actuaciones, llegando a acuerdos con los municipios, para resolver el problema de los vertidos de aguas residuales de los núcleos, tanto urbanos como rurales, para mejorar sustancialmente la calidad de las aguas”.