Programa de vacaciones para mujeres con cargas familiares no compartidas ANGELA SANROMA VISITA EN ROQUETAS DE MAR A LAS MADRES QUE PASAN UNOS DIAS DE VACACIONES CON SUS HIJOS
La directora general de la Mujer mantuvo un encuentro con las beneficiarias de este programa, puesto en marcha por la Consejería de Bienestar Social y que este verano se ha organizado por décimo año consecutivo.
La directora general de la Mujer mantuvo un encuentro con las beneficiarias de este programa, puesto en marcha por la Consejería de Bienestar Social y que este verano se ha organizado por décimo año consecutivo.
La directora general de la Mujer, Angela Sanroma, se ha trasladado esta semana a la localidad de Roquetas de Mar (Almería) para visitar al grupo de mujeres que está pasando 10 días de descanso, a través del programa de estancias de tiempo libre para mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y para sus hijos, y mantener un encuentro con ellas.
Este es el décimo verano consecutivo que la Consejería de Bienestar Social organiza, en colaboración con el Instituto de la Mujer, este programa con el que se pretende aumentar la calidad de vida de aquellas mujeres sobre cuya responsabilidad en exclusiva recae el cuidado y el mantenimiento de su familia. Una dificultad que, en demasiadas ocasiones, se añade a la escasez de recursos económicos y de ayuda para garantizarse unas mínimas condiciones de vida y, mucho menos, poder acudir y costearse actividades de ocio y diversión.
Con este programa, se proporciona de forma gratuita a mujeres de Castilla-La Mancha y a sus hijos de entre dos y doce años el viaje y la estancia durante diez días, en régimen de pensión completa, en la costa de Almería, además de contar con servicio de animación y de apoyo.
Han sido 41 mujeres y 48 menores lo que han participado en esta ocasión, procedentes de las cinco provincias de la comunidad autónoma.
El 75% de las beneficiarias son mujeres separadas o divorciadas, mientras que un 15% son viudas y un 10% madres solteras. Encontrarse en paro o contar con mínimas pensiones para sobrevivir han sido los motivos principales para su selección y, en varios casos, se trata de mujeres que han sido objeto de malos tratos por parte del marido o compañero, necesitando tratamiento en casas de acogida de la región.
La mayoría cuentan con escasos estudios y muchas dificultades para acceder al mercado de trabajo, por lo que constituyen un colectivo prioritario de atención por parte de la Dirección General de la Mujer en todas las actuaciones emprendidas.