PROFESIONALES DE ENFERMERÍA DEL HOSPITAL DE GUADALAJARA MEJORAN SUS CONOCIMIENTOS SOBRE LOS SISTEMAS DE ANALGESIA CONTROLADA POR EL PACIENTE
El centro sanitario está realizando sendos talleres que acercan a estos profesionales las principales características de un sistema que permite al paciente administrar el analgésico en el momento que desee, teniendo siempre en cuenta las dosis marcadas por su especialista.
El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, está impulsando a través de la celebración de diversos talleres prácticos la formación de sus profesionales de Enfermería en el manejo de los sistemas de analgesia controlada por el paciente (PCA).
Este sistema, que se ha mostrado más eficaz que las técnicas convencionales
-como la administración de dosis fijas de analgésicos intravenosos o inyecciones intramusculares-, es un método efectivo y eficaz que está siendo implantado en numerosos centros sanitarios, como el guadalajareño, ya que permite, además de mantener un nivel de analgesia adecuado, una mejor recuperación del paciente debido a la ausencia de dolor, una disminución de los efectos secundarios y la consiguiente mejora del confort del paciente.
Un centenar de profesionales de Enfermería del Hospital Universitario, tanto del bloque quirúrgico como de Cirugía Mayor Ambulatoria y de las plantas de hospitalización, están acercándose a estos sistemas en sendos talleres desarrollados en el centro, con el fin de reforzar los conocimientos necesarios para el manejo de un sistema que, partiendo de las dosis establecidas por el facultativo, es totalmente programable.
De esta manera, y siempre supervisado por personal sanitario, esta bomba tiene tres modos de ser utilizada: marcando unas dosis de carga constante, una perfusión continua de analgesia con dosis puntuales controladas por el paciente o, en tercer lugar, la posibilidad de una dosis a demanda, de manera que el propio paciente, de una forma muy sencilla, es capaz de regular cuándo quiere que se le administre analgésico (por vía epidural o endovenosa), siempre dentro del marco establecido por su especialista.
Se trata pues de un método que permite al paciente calmar su dolor de una manera cómoda, rápida y sin ayuda adicional, pues nadie mejor que él mismo para saber en qué momento específico lo siente con mayor intensidad.
Así, partiendo de los requerimientos específicos y de las indicaciones del facultativo, el enfermero ajusta la dosis, que podrá ser liberada por el paciente siempre que lo necesite de la manera más segura, pues el sistema está provisto de un mecanismo de seguridad que hace imposible la administración de una cantidad de fármaco mayor de la indicada.