POSITIVA EVOLUCIÓN DE LA PRESENCIA DE MALVASÍA CABECIBLANCA EN CASTILLA-LA MANCHA
Desde que se puso en marcha, en 1995, el Plan de Recuperación de esta especie en nuestra Comunidad Autónoma se ha pasado de las 57 malvasías censadas en junio de 1995 a las 505 de junio del pasado año. El director general del Medio Natural, Alberto Saiz, se mostró satisfecho de la evolución de estos censos, ya que además de demostrar que nuestro Plan de Recuperación está siendo efectivo, está alejando a esta especie del peligro de extinción en que se encontraba en la década de los 80.
Según los censos que elabora anualmente la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, en el año 2001 un total de 505 malvasías cabeciblancas se distribuían por los humedales de Castilla-La Mancha, una cifra que supone un importante incremento y una espectacular evolución de la presencia en nuestra Comunidad Autónoma de esta especie que está catalogada en peligro de extinción en todo el territorio español.
Según los censos del mes de junio, época del año en la que la malvasía nidifica y cría en nuestra región antes de migrar a principio del otoño hacia zonas más cálidas, la presencia de esta especie en la región ha ido incrementándose paulatinamente. De hecho, desde 1995, año que se puso en marcha el Plan de Recuperación de la malvasía, se ha pasado de los 57 ejemplares censados entonces, hasta los 505 censados el pasado año.
El crecimiento de la presencia de malvasía cabeciblanca ha sido prácticamente constante. En el año 95, 57 ejemplares; 85 malvasías en 1996; 166 en 1997; 350 en 1998; 242 en 1999; 474 en 2000; y 505 el pasado año.
El director general del Medio Natural, Alberto Saiz, ha manifestado su satisfacción por la positiva evolución de estos censos y ha señalado que además de comprobar que el Plan de Recuperación está funcionando satisfactoriamente, estas cifras alejan a la malvasía del peligro de extinción en el que se encontraba en la década de los ochenta.
No obstante, es necesario seguir trabajando en esta línea y no bajar la guardia, ya que, a pesar de los esfuerzos que están realizando todas las comunidades autónomas, en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, todavía la especie corre importantes riesgos, señalo Saiz.
En este sentido, Alberto Saiz explicó que en la última reunión del grupo de trabajo de la malvasía, que se celebró el pasado 25 de abril, se puso de manifiesto que aunque los censos que se llevan a cabo durante el verano dan muy buenos resultados, los que se realizan a la vuelta de las migraciones hacia zonas más calidas, más allá del territorio español, dan resultados más negativos.
De hecho, el pasado año, se perdieron en torno a 2.000 ejemplares durante la migración. Aunque es probable que algunas malvasías se estén trasladando a nuevas zonas, muchas de ellas pueden haber desaparecido en otros países donde no está protegida esta especie.
Situación de la malvasía en Castilla-La Mancha
La malvasía se concentra fundamentalmente en humedales de la provincia de Toledo, aunque también se encuentran ejemplares en otras provincias como Ciudad Real y Albacete.
En la provincia de Toledo, destaca la presencia de estas aves en las lagunas artificiales de la Dehesa de Monreal (Dosbarrios), la laguna del Taray (Quero), la laguna Larga de Villacañas, y los Charcones de Miguel Esteban. Tan sólo en la Dehesa de Monreal y en la laguna del Taray se concentra el 76% de las malvasías censadas en nuestra región.
En la provincia de Ciudad Real, destaca la presencia de estas aves en la laguna de Pedro Muñoz, mientras que en la provincia de Albacete, la malvasía se encuentra en las Lagunas saladas de Pétrola, de Salobralejo y de Ontalafia.
La presencia de la malvasía en Castilla-La Mancha es estacional y variable a lo largo del año. Así, acuden numerosos ejemplares para la cría durante la primavera y se producen importantes concentraciones durante el verano y el inicio del otoño. Durante la época invernal, la mayor parte de las malvasías, migran hacia zonas más cálidas.
El 32% de las malvasías censadas en España crían en Castilla-La Mancha, el 39% crían en Andalucía y el 30% restante en la Comunidad de Valencia. La presencia de la malvasía en Baleares es testimonial.
Plan de Conservación de la malvasía cabeciblanca
El Plan de Recuperación de la malvasía cabeciblanca en Castilla-La Mancha fue aprobado por Decreto en el año 1995, con el fin de adoptar una serie de medidas y actuaciones para proteger, conservar y recuperar esta especie.
Uno de los peligros que corre esta especie es la presencia de una especie exótica próxima la malvasía canela (Oxyura jamaicensis)- que tienen carácter invasor y con la que se ha llegado a hibridar. Esto podría suponer la contaminación genética de la malvasía cabeciblanca e, incluso, su desaparición a largo plazo.
Por ello, el Plan de Recuperación establece la prohibición de mantener en cautividad, comercializar o soltar malvasía canela o híbridos de malvasía canela y cabeciblanca.
También establece la necesidad de erradicar los ejemplares silvestres de la especie invasora o sus híbridos. Para ello, se realizan seguimientos periódicos en los humedales para detectar su presencia y evitar su proliferación. En Castilla-La Mancha, durante los últimos años, no se ha detectado ningún ejemplar de malvasía canela.
Otra de las medidas establecidas en el Plan es la regulación de la actividad cinegética con incidencia en las poblaciones de malvasía cabeciblanca. Para ello, la Consejería establece convenios de colaboración con los titulares de cotos para anular este tipo de actividad. Un ejemplo de ello, es el convenio establecido desde el año 95 con el titular de la Dehesa de Monreal para evitar daños a la especie. Además, el titular del coto se encarga de garantizar el abastecimiento de agua a este humedal y vigilar para evitar amenazas a la especie.
Otra fórmula empleada es la declaración de refugios de fauna en zonas donde hay malvasía nidificante o invernante. Ejemplos de ello son las Lagunas de la Vega del Jabalón, en Ciudad Real, o el humedal artificial de gestión municipal de Los Charcones de Miguel Esteban, en Toledo.
Junto a estas actuaciones más concretas, el Plan establece toda una batería de medidas para mejorar los hábitats donde se desenvuelve la malvasía y para favorecer su implantación. Entre este tipo de actuaciones, destacan el establecimiento de sistemas de depuración (por ejemplo, un sistema de depuración terciaria (elimina fosfatos y nitrogenados) en la Laguna de Pedro Muñoz y la retirada de los lodos que se habían eliminado); mantenimiento de los niveles hídricos, actuaciones para prevenir en la medida de lo posible enfermedades como el botulismo en las lagunas manchegas, etc.
Asimismo, la Consejería realiza, al menos, 5 censos al año de la especie y se trabaja en perfecta coordinación con las otras comunidades autónomas en las que hay presencia de malvasía y con el Ministerio de Medio Ambiente, a través del grupo de trabajo de la malvasía de la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza.
Por último, señalar que para la realización del Plan de Recuperación de la malvasía la Consejería destina aproximadamente 120.200 euros anuales.