El Gobierno de Castilla-La Mancha impulsó la firma de un Protocolo de Cooperación en Materia Sanitaria con comunidades autónomas limítrofes con el fin de garantizar la cooperación entre hospitales y centros sanitarios, a pesar del traspaso de competencias a los gobiernos regionales. Esta firma se materializó el pasado mes de octubre, y ha servido además para sumar las potencialidades de los 4 servicios regionales de salud en otros ámbitos de la asistencia sanitaria.

Así, y según ha explicado hoy en las Cortes el consejero de Sanidad, Fernando Lamata, el Protocolo de Cooperación se plantea inicialmente como un instrumento para garantizar que los castellano-manchegos que tienen su hospital de referencia en otras comunidades, fundamentalmente Madrid, pudiesen seguir acudiendo sin ninguna dificultad añadida.

La firma de este documento compromete a las cuatro comunidades autónomas a coordinarse en las cuestiones relacionadas directamente con el paciente y los circuitos administrativos, a la optimización de los recursos y prestaciones sanitarias, a la coordinación en materia de formación y a promover la óptima utilización de recursos que, si bien no tienen naturaleza asistencial, prestan apoyo y cobertura en situaciones de dependencia.

Para abordar estos y otros asuntos se crearon cinco comisiones específicas, encargadas de definir los ámbitos de coordinación entre las administraciones firmantes.

La primera de estas comisiones, Comisión de Coordinación Asistencial, aborda entre otros, las listas de espera, los servicios de referencia interautonómica o la asistencia de urgencias y emergencias hospitalarias.

La Comisión de Uso Racional del Medicamento centra su trabajo en el análisis del gasto farmacéutico y en la coordinación de las políticas farmacéuticas centrándose también en medicamentos concretos. La Comisión para la Cooperación profesional, aborda la formación continuada, la investigación y ética.

La Comisión de Aseguramiento encargada de establecer circuitos para la reclamación de pacientes desplazados y vigilar las condiciones de acceso a los servicios de atención al paciente. Por último, se crea una Comisión de Coordinación para Situaciones de Dependencia, que coordina las políticas en materia de atención socio-sanitaria.

Las Comisiones han comenzado ya a trabajar en aspectos concretos, habiéndose mantenido varias reuniones que han sido valoradas de forma positiva por todas las comunidades autónomas firmantes en la reunión mantenida por los consejeros de Sanidad la pasada semana en Toledo.

El Protocolo de Coordinación ha cumplido las expectativas en cuanto a garantía de la atención a los ciudadanos de estas regiones en iguales condiciones que antes del traspaso de competencias, y ha servido además para sentar bases estables de cooperación que permitan aprovechar el potencial de los distintas servicios regionales en beneficio del ciudadano.