La portavoz del Gobierno regional, Isabel Rodríguez, ha asegurado hoy que es un buen momento para que el Grupo Parlamentario en la oposición se plantee su actitud durante el proceso de reforma de la Ley Electoral de Castilla-La Mancha, ya que no fueron capaces de hacer una sola propuesta a la Ley sino que se fueron directamente a los tribunales y ahora, el Tribunal Constitucional ya les está dejando claro cuál va a ser su opinión acerca de este tema.

Rodríguez respondía así a preguntas de los periodistas sobre la valoración del Gobierno regional respecto a la decisión de no admitir a trámite la cuestión de inconstitucionalidad elevada al Tribunal Constitucional por parte del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, a raíz de un recurso interpuesto por Izquierda Unida contra el Decreto de convocatoria de las Elecciones Autonómicas del año 2007.

En este sentido, la portavoz regional aseguró que nos produjo 'buenas sensaciones' recibir del Tribunal Constitucional esa decisión, ya no por lo que dijera en referencia al recurso interpuesto por IU, sino por la importancia de futuro que tienen las reflexiones efectuadas por el órgano judicial.

El Tribunal Constitucional considera que con la nueva Ley Electoral de Castilla-La Mancha, impulsada por el presidente Barreda para que Toledo y Guadalajara tengan la representación en las Cortes que demanda su población, se da respuesta a la proporcionalidad en el reparto de escaños en las Cortes regionales en relación con la población de cada una de las cinco provincias de la comunidad autónoma, respaldando por tanto la Ley aprobada por el Parlamento autonómico

Reunión del Presidente Barreda con la oposición

Por otro lado, Isabel Rodríguez ha anunciado que para la reunión que mantendrán el presidente Barreda y la presidenta del Partido Popular en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, se manejan dos fechas, el 24 o el 26 de septiembre.

La portavoz del Gobierno regional ha recordado que fue una reunión propuesta por el presidente Barreda, que se comprometió para principios del mes de septiembre, ofreciendo distintas fechas, incluso anteriores al Debate sobre el Estado de la Región, y que De Cospedal no pudo aceptar por problemas de agenda.