La Orden reguladora se publica mañana en el Diario Oficial de Castilla- La Mancha NUEVO PLAZO PARA SOLICITAR LAS AYUDAS A LA AGRICULTURA ECOLÓGICA
La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente abrirá el próximo 2 de enero el plazo de solicitud para las ayudas a la agricultura ecológica, según una Orden que se publicará mañana en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha. El periodo de presentación se mantendrá hasta el 31 de marzo de 1999.
Las primas que se concederán oscilan entre 20.000 y 75.000 pesetas por hectárea en función del cultivo, con unos requisitos de superficie mínima. En el caso de agricultores a título principal, la ayuda podrá incrementarse un 20%, aunque siempre manteniendo el límite de subvención anual en un millón de pesetas. Podrán acogerse las producciones de herbáceos, hortícolas, invernadero, olivar, viña, frutales, pastos y dehesas.
Los requisitos son un compromiso de mantener la producción durante cinco años, tener una formación en agricultura ecológica impartida por una entidad pública o privada y comercializar durante el primer año al menos el 10% de la producción con la referencia ecológica, porcentaje que se incrementa al 20% el segundo año y al 30% el tercero y siguientes.
La reconversión de una explotación agraria tradicional a la agricultura ecológica necesita un periodo de tiempo en el que las rendimientos por hectárea pueden bajar. Para compensar esta disminución e incentivar la utilización de estos métodos se establece una línea de ayudas orientada a los productores que sigan las normas de esta producción.
La agricultura ecológica se puede definir como el conjunto de prácticas agrarias que persiguen la obtención de unas producciones agrícolas y ganaderas rentables para el agricultor, más saludables para el consumidor y respetuosas con el medio ambiente. Para ello se trata de mantener, mediante el empleo de productos naturales, la fertilidad del suelo y la estabilidad de los sistemas agrarios.
Constituye una vía para la diversificación de los cultivos y promueve la utilización de variedades con resistencia natural frente a parásitos y enfermedades. De esta forma se garantiza el mantenimiento de un capital genético para el futuro de la agricultura.