El consejero de Sanidad, Roberto Sabrido, ha mostrado su disposición favorable a la petición hecha por el Obispado de Sigüenza-Guadalajara para que su departamento ceda a la Diócesis el pabellón del Instituto Leprológico de Trillo (Guadalajara) donde residen las monjas que desde hace 64 años cuidan a los enfermos, con el fin de dedicarlo a actividades pastorales una vez que estas religiosas abandonen de manera definitiva su residencia dentro de diez días.

En una reunión que ha mantenido hoy el consejero con el obispo de Guadalajara, José Sánchez, en el Palacio Episcopal de Sigüenza, Sabrido ha agradecido la labor desarrollada por las monjas pertenecientes a las Franciscanas Misioneras de María en estas últimas seis décadas en el Instituto Leprológico de Trillo, “ya que durante muchos años, además de cuidarlos, les ha dado apoyo espiritual a estos enfermos sometidos a un duro estigma social por sufrir esta patología”.

Para el responsable de la sanidad regional, una vez que abandonen las cinco religiosas de esta congregación su centro de residencia en Trillo, “se abre una nueva etapa y la propuesta que nos hace el obispo nos parece una buena iniciativa para sacar el máximo provecho a este inmueble que va a quedar vacío muy pronto”.

Según el Obispado de Sigüenza, pretenden destinar este inmueble, dedicado a las comunidades religiosas y a templo, excluyendo el salón de actos, a actividades pastorales, sobre todo para el trabajo con jóvenes, familias, matrimonios y actividades de ocio y tiempo libre. “Sería entroncar el pasado, presente y futuro con fines religiosos de esta residencia, que tanto consuelo y apoyo ha dado durante muchos años a las personas atendidas en el Instituto Leprológico de Trillo”, según dijo el consejero.

En el encuentro, Sabrido, que estuvo acompañado por la delegada provincial de Sanidad de Guadalajara, Ela Abánades, se ha comprometido a estudiar la viabilidad administrativa y jurídica del proyecto planteado por el Obispado de Sigüenza-Guadalajara y ha mostrado su firme propósito de ceder el inmueble, si no hay impedimentos legales, a la Diócesis para que puedan continuar con su actividad pastoral en el Instituto Leprológico de Trillo.