La consejera de Industria y Trabajo ha explicado hoy ante las Cortes regionales las ayudas del Gobierno regional al microempresariado MUÑOZ INSTA AL GOBIERNO CENTRAL A LEGISLAR EN FAVOR DE LOS AUTÓNOMOS EN MATERIA TRIBUTARIA Y DE SEGURI...
La consejera de Industria y Trabajo, Araceli Muñoz, ha destacado hoy la importancia de la puesta en marcha del Programa de Ayudas al Fomento de la Actividad del Microempresariado de Castilla-La Mancha, en supuestos de inactividad por motivos de salud.
Un programa cuya Orden reguladora entra hoy en vigor y que, según Muñoz, propiciará que los trabajadores autónomos “tengan una ayuda que les permita continuar con su negocio aún cuando sufran una enfermedad que les pueda apartar, personalmente, de su actividad productiva”.
Unas manifestaciones que la consejera realizaba durante su intervención ante el Pleno de las Cortes Regionales para explicar el Decreto que regulará las ayudas a este colectivo.
Araceli Muñoz, por otra parte, ha denunciado “el trato absolutamente discriminatorio, y por tanto injusto, que reciben los trabajadores autónomos, y en general los microempresarios, por parte de la Administración central al carecer de cobertura social en los primeros días de baja por enfermedad”.
En este sentido, la titular de Industria y Trabajo ha instado al Gobierno central a que “regule con rango de Ley, la situación de los que, hasta la fecha, han sido los hermanos pobres para el gobierno del señor Aznar”.
Muñoz ha explicado que la Administración General del Estado es la única que tiene competencias para desarrollar medidas legislativas que favorezcan a los autónomos, modificando su régimen de prestaciones a la Seguridad Social.
La consejera de Industria y Trabajo ha señalado, también, que las ayudas del Gobierno de Castilla-La Mancha servirán “para reducir la negativa incidencia del actual sistema de cobertura de la Seguridad Social para los casos de baja por enfermedad del trabajador por cuenta propia”.
Una medida, que ya anunció el presidente regional, José Bono, durante el Debate sobre el Estado de la Región el pasado 18 de octubre y que contempla ayudas de 24 euros por día, con un máximo de 264 euros por período de inactividad y un importe anual que no podrá superar los 1.502 euros para aquellos empresarios autónomos radicados en Castilla-La Mancha y cuyo negocio no cuente con más de cinco trabajadores asalariados.
Las ayudas se establecen para las enfermedades que no estén cubiertas por ningún seguro obligatorio, público o privado, entre el tercer y el decimoquinto día de baja médica.
Un colectivo, el de los autónomos, que engloba a más de 137.000 personas en la región y supone el 34% del PIB regional. Muñoz se ha referido, por este motivo, a “la especial contribución de la microempresa sobre el tejido industrial y económico del conjunto de Castilla-La Mancha que debe contar con la correspondiente incentivación y promoción por parte de los poderes públicos, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades por las que atraviesa este colectivo en situación de inactividad profesional”
Durante el año 2000, y a falta de cerrarse las cifras de 2001, más de 111.000 personas se encontraban afiliadas al Régimen Especial de Autónomos en Castilla-La Mancha de los que 20.000 sufrieron baja por enfermedad, además de 800 dentro del Régimen Especial Agrario. En el 37% de los casos, las bajas provocaron la suspensión de la actividad.
El Decreto de Ayudas a los Microempresarios viene a completar el constante apoyo prestado por la Administración regional a este colectivo desde 1989. Entre esa fecha y el pasado año se han beneficiado de las distintas ayudas al autoempleo más de 27.000 desempleados que se constituyeron en trabajadores autónomos.
El importe de las ayudas públicas con cargo al presupuesto regional asciende a 7,8 millones de euros ( 13.000 millones de pesetas).
Araceli Muñoz ha anunciado, además, la futura puesta en marcha de las ayudas 1+1, es decir, subvenciones de un millón de pesetas para aquellos autónomos que contraten de forma indefinida a su primer trabajador por cuenta ajena. El objetivo es paliar, también, “la desafortunada legislación fiscal de ámbito estatal, que grava al autónomo por generar empleo, aplicándoles módulos tributarios que hacen excesivamente dificultosa la contratación de trabajadores por cuenta ajena”.