LA COMISIÓN NACIONAL DEL IV CENTENARIO DEL QUIJOTE ADOPTA EL LOGOTIPO QUE PARA EL MISMO FIN ELIGIÓ EL GOBIERNO DE CASTILLA-LA MANCHA
Se trata de un símbolo en forma de aspa que representa el molino manchego dominado por la palabra "QVIXOTE" en castellano antiguo y partida en dos líneas en semejanza a la primera edición de la universal obra de Miguel de Cervantes.
La Comisión Nacional creada para la celebración del IV Centenario de la primera edición de El Quijote ha elegido como logotipo el mismo que ya adquirió el Gobierno de Castilla-La Mancha el mes de marzo del año pasado, tal y como lo anunció hoy el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, tras el encuentro que ha mantenido con su homólogo en el Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero.
Barreda ha manifestado que, entre otros asuntos, se ha tratado uno de los más importantes para la Región de cara al año 2005 como es la celebración del IV Centenario de El Quijote. De este modo mostró su satisfacción al conocer por José Luis Rodríguez Zapatero la decisión de la Comisión Nacional de elegir como símbolo un logotipo que ya funciona en Castilla-La Mancha y que fue consecuencia de un concurso de diseño en el que participaron las 18 mejores escuelas de diseño de todo el mundo.
Durante tres meses los alumnos y profesores de esos centros estuvieron debatiendo sobre El Quijote y cómo se ve su imagen en el mundo. Finalmente, un prestigioso jurado eligió el logo que ahora será también el de la Comisión Nacional, por deseo expreso del presidente del Gobierno de España, resaltó José María Barreda.
Del mismo modo, indicó que Rodríguez Zapatero entiende que los beneficios fiscales previstos para acontecimientos de esta envergadura se tienen que aplicar también en el caso de El Quijote.
Concurso internacional
Un aspa, representativa del velamen del molino de viento formado por cuatro brazos en cruz, es el logotipo que ganó el concurso internacional convocado para la conmemoración del IV Centenario de la publicación de Don Quijote de La Mancha, organizado por el Gobierno regional.
Se trata de un símbolo en forma de aspa que representa el molino manchego dominado por la palabra "QVIXOTE", en castellano antiguo y partida en dos líneas en semejanza a la primera edición de la universal obra de Cervantes. El diseño hace referencia a la ilustración de la primera portada de El Quijote, correspondiente a la edición de Juan de la Cuesta de 1605.
Los autores del logotipo son Nicolás Reyners, Alberto Salván y Francisco Villar, de 2º de Diseño Gráfico del Instituto Europeo Di Design de Madrid.
Desde el primer momento el Gobierno regional pensó en hacer un concurso abierto a las mejores escuelas de diseño de todo el mundo, en lugar de encargar el trabajo a un diseñador conocido.
De esta forma se consiguió un proceso muy participativo, en el que escuelas de diseño de doce países presentaron sus propuestas. Un numeroso grupo de chicos y chicas estuvieron pensando en Castilla-La Mancha y en cómo podría extraerse la esencia de El Quijote.
Los detalles del logotipo
Según explicaron los estudiantes, centraron su investigación en la primera edición de El Quijote y, en especial, en su portada de Juan de la Cuesta. Así en primer lugar destaca la jerarquización triangular, con cuerpo de texto decreciente en el título, llegando incluso a ser más importante el nombre del personaje a quien está dedicado que el del propio autor. El nombre del protagonista del libro, aparece partido en dos líneas de texto separado por un guión y a cuerpos diferentes: QVI- xote. Otro elemento que es la fecha de edición 1605.
La parte superior de la marca, que la completa y da forma, representa un aspa, una cruz o una x. Este aspa forma con la palabra QVI- xote un molino, un símbolo de Castilla La Mancha y a su vez uno de los episodios más famosos de la obra.
En cuanto a la referencia al cuarto aniversario de la edición de El Quijote, se ha usado la forma y composición de la palabra QVI- xote, característica y única, de la portada de la primera edición de esta obra (1605).
Este logotipo, tal y como se explicó en su presentación, tiene una gran carga simbólica, lo que se presta a muchas interpretaciones.