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09/07/2004Consejería de Sanidad

LA AUDITORÍA DEL SERVICIO DE RADIOTERAPIA ONCOLÓGICA DE ALBACETE DA UNA PUNTUACIÓN A ESTA UNIDAD DE 765 SOBRE 1.000

El secretario general del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), Rafael Peñalver, el director gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA), Jesús Martino Sánchez Martínez, y la delegada provincial de Sanidad, María Angeles López Fuster, han presentado hoy el informe de las conclusiones y recomendaciones de la auditoría sobre el funcionamiento del Servicio de Radioterapia Oncológica del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA).

Durante toda la comparecencia han estado acompañados por responsables del Servicio de Radioterapia Oncológica y por representantes de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Asociación de Familias de Niños Oncológicos (AFANION), Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama (AMAC) y de la Unión de Consumidores y Usuarios (UCE).

Rafael Peñalver ha señalado que “a finales del año pasado se decidió hacer una auditoría por dos razones: para ver si el funcionamiento de este servicio era el adecuado, al ser una prestación nueva y de referencia regional, y para ver si los recursos disponibles eran suficientes o hacían falta más”.

Así, durante los meses de febrero y marzo de 2004 un equipo auditor, formado por cuatro personas, mantuvo entrevistas con el personal del centro sanitario y los profesionales del servicio y estudió cuanta documentación solicitó: memorias del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete y del Servicio de Radioterapia, proyecto organizativo del servicio, licencias operativas, currículums vitae de los facultativos del servicio, diarios de operaciones e incidencias, protocolos de actuación, controles de calidad y reclamaciones, además de mantener encuestas telefónicas con los usuarios del servicio.

Peñalver también ha matizado que “la auditoría se realizó mediante una serie de parámetros establecidos: visita de las instalaciones, entrevistas con el personal del centro sanitario y del propio Servicio de Radioterapia Oncológica, con responsables médicos de servicios que derivan pacientes a estos tratamientos, y responsables de Enfermería, Admisión y Documentación clínica, Servicio de Atención al Usuario y responsables de Mantenimiento”.

La valoración final de los auditores fue de 765 puntos sobre un total de 1.000, antes de alegaciones. “Nota de corte elevada aunque aún mejorable sobre todo de cara a los usuarios de este servicio, que ya no tienen que viajar para tratarse y que además ven mejorada su calidad de vida”, ha puntualizado Rafael Peñalver.

Por su parte, el director gerente del CHUA, Jesús Martino Sánchez, ha puesto a disposición de los periodistas asistentes a la convocatoria toda la documentación que ha manejado el equipo auditor y ha querido dejar claro que "la auditoría no fue ordenada ni por el entonces consejero de Sanidad, Fernando Lamata, ni por el entonces gerente del SESCAM, Roberto Sabrido. La auditoría está planteada por el equipo de Dirección de este centro sanitario, conjuntamente con los profesionales del servicio, con la única finalidad de evaluar y mejorar el servicio como actuación de mejora continua de calidad”.

Tiempos de espera

La auditoría también recoge los tiempos de lista de espera del servicio, siendo los máximos en consultas externas de 0 a 7 días. Para tratamiento, la auditoría llama la atención en que para patologías de cabeza, pulmón y cuello, la demora máxima es inferior a 30 días, habiéndose detectado algún caso puntual en el que la demora fue de 4 meses, debido a patologías asociadas que precisaron una actuación prioritaria por parte de otras especialidades médicas.

En cuanto a los 13 casos de efectos secundarios aparecidos a finales de 2003, la auditoría señala que se trata de radiodermitis en grados I-II y II-III en dos casos, a nivel de la zona directamente radiada. Ante esta circunstancia, y tras consulta con los facultativos responsables de la unidad, la Dirección del centro hospitalario remitió todas las historias clínicas a un servicio externo de reconocido prestigio, informando éste de que los efectos producidos estaban relacionados con que la mayoría de las pacientes estaban siendo sometidas simultáneamente a tratamiento inmunosupresor (quimioterapia), así como a otras circunstancias especiales que elevaban la sensibilidad de la piel.

Jesús Martino ha puntualizado que “la radiodermitis en los casos de cáncer de mama es un efecto secundario no deseado, pero tampoco evitable, en aras de conseguir mejor efecto terapéutico con la radiación. Si queremos que el cáncer de mama se cure, sistemáticamente habrá radiodermitis, en diferentes grados y según circunstancias diferentes de las pacientes. Bajo ningún concepto es un impacto negativo. Además, las pacientes afectadas han podido terminar su ciclo de radiación con efectos terapéuticos y no tienen secuelas de la radiodermitis”.

De manera comparativa, el director gerente del CHUA ha indicado que “en el año y medio que la unidad lleva en funcionamiento ningún paciente en tratamiento radioterápico ha tenido que ingresar por complicaciones relacionadas con él. Y por ejemplo entre el 50-60% de los pacientes del Servicio de Oncología Médica suelen ingresar por complicaciones relacionadas con la quimioterapia: inmunosupresión, infecciones respiratorias, nauseas, vómitos o deshidrataciones”.

Aún así, todos estos efectos secundarios descritos tanto en Radioterapia Oncológica como en Oncología Médica son explicados a los pacientes por sus médicos y quedan recogidos en el consentimiento informado, documento que todo paciente debe leer y firmar antes de someterse a cualquier tratamiento médico, y en el cual en el caso de la mama se especifica que se puede sufrir radiodermitis por las características propias del tratamiento.

En cuanto a las reclamaciones presentadas, desde la puesta en marcha de la unidad hasta la fecha de esta auditoría, se señala que a lo largo de 2003 se presentaron dos reclamaciones, una por retraso en cita y otra por suspensión del tratamiento a causa de la avería, mientras que en los primeros meses del 2004 hubo cinco reclamaciones, tres por retraso en el tratamiento, una por interrupción por avería y otra por radiodermitis.

Cartera de servicios

Sobre la cartera de servicios ofertada, se encuentran el tratamiento radioterápico estándar de alta y baja tasa y la braquiterapia de alta tasa, así como la irradiación de hemoderivados.

Sobre las incidencias en el funcionamiento del equipo, el informe auditor señala que los días de no funcionamiento (31 días) han supuesto dejar de tratar pacientes que han tenido que ser derivados a otros servicios de fuera de la ciudad. La organización, mediante la ampliación de horarios de trabajo hasta las 12 de la noche, y la gestión del servicio ha hecho posible que la repercusión de esta incidencia se haya minimizado en la pérdida de tan sólo un día y medio de tratamiento.

Martino ha concluido afirmando que “estamos satisfechos en estos momentos con el funcionamiento del equipo y de los profesionales de la unidad y actualmente está ya en marcha el segundo acelerador lineal, con lo que cubrimos toda la demanda de atención de nuestra área sanitaria. En estos momentos ningún paciente que precise tratamiento radioterápico sale de nuestra ciudad”.

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