El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha destacado de la figura del fallecido Íñigo Cavero, presidente del Consejo Estado y ex ministro, que “ante todo era un hombre extraordinariamente generoso y entrañable mientras, desde el punto de vista político, su papel fue clave en la transición de la dictadura a la democracia española, porque frente a la tibieza, que entonces algunos mostraban, él siempre estaba claramente determinado por la defensa de la libertad”.

En declaraciones a Radio Nacional, el responsable del Ejecutivo castellano-manchego se ha mostrado profundamente afectado por el fallecimiento de Íñigo Cavero, ayer miércoles en una clínica de Madrid, donde había sido ingresado la semana pasada tras sufrir un derrame cerebral. José Bono ha reconocido que esta triste noticia “me ha dejado el corazón encogido”, más cuando hace apenas una semana ambos mantuvieron un contacto “y estuvimos hablando durante un buen rato para felicitarnos las Pascuas”.

Íñigo Cavero, de 73 años de edad y que en la actualidad ocupaba la Presidencia el Consejo de Estado, fue uno de los principales dirigentes democristianos de UCD y, desde 1977 hasta 1981, ocupó las responsabilidades de los ministerios de Educación, Justicia y Cultura. Precisamente su trabajo pasado y presente “en puestos de primera línea de responsabilidad” ha sido subrayado por José Bono, quien además ha recordado como Íñigo Cavero, cuando se comenzó a producir el proceso de disolución de UCD, “siempre tuvo la fortaleza personal y la generosidad de dar la cara cuando las cosas venían mal dadas”.

El presidente de Castilla-La Mancha ha añadido que guardará siempre del desaparecido Íñigo Cavero “una imagen de hombre bueno, a quien España y la transición española le deben su mayor reconocimiento”.