Jamás debe dirigirse a los ojos el rayo láser LA CONSEJERIA DE SANIDAD ALERTA SOBRE LOS PELIGROS DE LA UTILIZACION INADECUADA DE LOS PUNTEROS LASER
En la Dirección General de Consumo se ha tenido conocimiento de diversos accidentes producidos por estos aparatos, muy de moda entre niños y adolescentes, lo que aconseja a los responsables de su educación que tomen las medidas oportunas para controlar el uso indebido que pudieran hacer de este tipo de productos tan peligrosos.
En la Dirección General de Consumo se ha tenido conocimiento de diversos accidentes producidos por estos aparatos, muy de moda entre niños y adolescentes, lo que aconseja a los responsables de su educación que tomen las medidas oportunas para controlar el uso indebido que pudieran hacer de este tipo de productos tan peligrosos.
Atendiendo a la protección de los intereses de los consumidores y usuarios de Castilla-La Mancha, la Consejería de Sanidad quiere alertar sobre los riesgos que presenta la utilización inadecuada de los punteros láser que, últimamente, se han puesto de moda entre niños y adolescentes.
En la Dirección General de Consumo se ha tenido conocimiento en las últimas semanas de diversos accidentes producidos con estos punteros láser, algunos de ellos graves, como el deslumbramiento de conductores de vehículos.
Desde Consumo se informa que jamás debe dirigirse a los ojos el rayo láser, ya que ocasiona pérdida de visión de duración variable en función de la magnitud de la exposición a niveles moderados del haz de luz, debido a que tejidos biológicos como los del ojo absorben la energía emitida por el puntero provocando un calentamiento en la retina o el cristalino.
Aunque, en términos generales, la piel puede tolerar mucho mejor que el ojo la exposición a la energía de un haz láser, se puede producir eritema, pigmentación, ulceración y carbonización de la piel. Precisamente, este último caso motivó una denuncia por parte de una profesora de Cataluña.
Ante esta situación y dado el incremento espectacular del uso indebido de los punteros láser, desde la Dirección General de Consumo se recomienda a los responsables de la educación de niños y adolescentes que adopten las medidas oportunas para controlar la utilización que éstos pudieran hacer de este tipo de productos tan peligrosos.
En cuanto a la comercialización de los punteros láser, Sanidad informa que se trata de unos artículos que deben ir debidamente etiquetados en castellano, indicando entre otros datos: el símbolo de peligro de radiaciones láser; la clase a la que pertenecen, 1, 2, 3A, 3B y 4; la longitud de onda; su potencia; y las advertencias de seguridad y aplicación para que se haga un uso adecuado del mismo.
Concretamente, los de las clases 3A, 3B y 4, con una potencia superior a 1 miliwatio, son peligrosos, no solamente para el usuario, sino también para otras personas que estén a una distancia considerable. Por ello, deber utilizarse exclusivamente por aquellas personas con formación apropiada para el uso de estos artículos y que conozcan las condiciones de utilización segura y controlada de estos sistemas.
Los punteros de clase 1 y 2, tampoco están exentos de peligro, puesto que se ha comprobado, en varios casos y tras los oportunos ensayos analíticos, que la potencia real es mucho mayor que la reflejada en su etiqueta. Por este motivo, no es aconsejable ponerlos al alcance de los niños, ni de personas cuya formación no sea adecuada para su uso, ya que no se trata de juguetes ni de artículos de diversión de uso indiscriminado.