Realizar un diagnóstico más preciso de la enfermedad de la epilepsia para que las personas que la padecen puedan estar en un futuro libres de crisis. Con este objetivo el Servicio de Neurofisiología Clínica del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA), dependiente del SESCAM, ha realizado un curso sobre vídeo-electroencefalografía (vídeo-EEG) cuya finalidad ha sido familiarizar a los médicos con el método diagnóstico para en un futuro poder realizar cirugía de la epilepsia en este centro sanitario.

El curso, en el que han intervenido los especialistas del CHUA en neurofisiología Joaquín Marco, José Manuel Pardal, Pedro Jerez y Begoña Godes; el neurólogo Manuel Domínguez Zorita y el neurocirujano Hernán Sandoval, del mismo centro sanitario; y el neurofisiólogo Julio Prieto del Gregorio Marañón de Madrid, ha servido para conocer de primera mano la enfermedad de la epilepsia y sus características clínicas, los métodos neurofisiológicos de valoración, los procedimientos quirúrgicos en epilepsias refractarias, la monitorización video-EEG prolongada en cirugía de epilepsia y otros métodos neurofisiológicos de valoración.

La epilepsia es una enfermedad que la padecen en España una de cada 200 personas, cifras que pueden hacerse extensivas también a Castilla-La Mancha y a la provincia de Albacete. Se trata de una enfermedad neurológica muy frecuente, caracterizada por descargas neuronales excesivas y repetidas en las que se produce una alteración de conciencia y/o pérdida de conocimiento, además de una serie de alteraciones motoras, sensoriales, sensitivas y vegetativas.

Con el vídeo-EEG se consigue comprobar desde el punto de vista clínico que lo que el paciente o sus familiares cuentan, en ocasiones con una carga afectiva y de preocupación muy grande, es en realidad una crisis epiléptica.

“Esta técnica de diagnóstico nos permite tener más certeza a la hora de clasificar la crisis epiléptica y así ponerle un tratamiento adecuado. Al paciente le facilitamos el sueño mientras se le realiza un vídeo-EEG ya que en el periodo de transición de la vigilia al sueño es cuando se pueden activar más número de crisis”, ha explicado el doctor Joaquín Marco Giner, coordinador del Servicio de Neurofisiología Clínica del Complejo Hospitalario.

“Realizamos un estudio electroencefalográfico que se completa con una grabación en vídeo, con lo que la crisis epiléptica la presencia también el médico especialista”, añadió el doctor Joaquín Marco Giner.

Según Marco Giner, al tratamiento médico conservador y no agresivo mediante fármacos hay que añadir en ocasiones la cirugía de la epilepsia “que es algo muy útil en ocasiones, muy serio y que no es fácil poner en marcha ni se puede hacer cuando queramos, porque hace falta programar con tiempo toda una infraestructura al respecto”.

A su juicio, “cuando se consigue hacer una cirugía de la epilepsia eficiente, se consigue incorporar al paciente a una vida normal, se termina el consumo de medicamentos que por lo general son muy caros y se le libera de crisis para toda su vida. Pero hay que tener en cuenta que no todas las epilepsias pueden operarse”.

Durante las últimas décadas de la vida y durante la infancia se pueden desarrollar más episodios epilépticos. En la primera porque se incrementa mucho la patología vascular, tumoral y degenerativa y en la segunda porque todas las epilepsias genéticas comienzan en la infancia, como las conocidas como ausencias de pequeño mal.

El Servicio de Neurofisiología Clínica organiza este tipo de cursos desde hace tres años. Los dos primeros, centrados en la electromiografía y éste último centrado en el vídeo-EEG porque el Complejo Hospitalario cuenta con el aparataje para realizar este tipo de pruebas desde hace año y medio.