Los alumnos, que asistirán a este curso hasta el miércoles, día 24, deberán sofocar incendios controlados originados por líquidos inflamables o gas propano, fuegos en interior de un edificio o con presencia eléctrica.

Sofocar un incendio originado por un líquido inflamable, desplazarse en un edificio de varias plantas cubierto de humo o apagar un fuego causado por un escape de gas propano, son algunas de las prácticas que deberán superar 25 bomberos de Castilla-La Mancha en el primer curso específico que organiza la Junta de Comunidades con fuego real para los profesionales de los servicios de extinción de incendios de la región.

Este curso de intervención en emergencia de incendios se iniciará el próximo lunes, día 22, en el Centro de Formación de Trillo, y durará hasta el miércoles, 24, con una primera parte teórica sobre los riesgos de incendios por líquidos inflamables y combustibles o por gases; y otra parte práctica, con varias pruebas.

Los participantes al curso trabajan en los parques del Ayuntamiento de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Talavera y Toledo, en el comarcal de Villacañas y en los consorcios del SEPEI (Alcaraz, Casas Ibáñez, Hellín, Molinicos y Villarrobledo) y del SCIS (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, Manzanares, Puertollano, Valdepeñas y Villanueva de los Infantes).

La Junta ha invertido 1.500.000 pesetas en la organización del curso, que forma parte de un grupo de acciones formativas que ofrecerá este año la Consejería de Administraciones Públicas para los profesionales de los nueve servicios de extinción de incendios ubicados en la región.

A los alumnos se les entregará para las pruebas prácticas un casco, máscara, chaquetón, pantalón y botas, buzo de trabajo, calcetines, guantes y un manual con el contenido del programa.

El Centro de Formación de Trillo posee entre sus instalaciones un edificio de prácticas con una superficie de 384 metros cuadrados, distribuido en tres plantas y sótano, y que dispone de laberinto con paneles móviles, comunicación entre plantas por escaleras de pate y convencionales, red de agua en todo el inmueble, paneles eléctricos o bandejas de cables y motores eléctricos.

Las prácticas de fuego originado por líquidos inflamables y combustibles se harán con extintores y mangueras y controlado en diversos recipientes, desde balsas hasta tanques circulares de seis metros de diámetro. También se sofocarán fuegos combinados de líquidos y combustibles en un depósito con 2.000 litros de capacidad y un cubeto de contención de 60 metros cuadrados, sobre una plataforma a tres metros de altura y doble acceso mediante escaleras con peldaños.

Para los fuegos causados por fugas de gas propano, los alumnos harán los ejercicios en un artilugio conocido como "árbol de Navidad", que despide llamas en distintas direcciones; en un tanque circular elevado por una estructura metálica o en otro que se accede mediante escalera.

Por último, los bomberos harán prácticas de fuegos en interior de edificio y con presencia eléctrica y desplazamientos por un inmueble cegado de humo desde diversas plantas.