EL SERVICIO DE CIRUGIA MAXILOFACIAL DEL HOSPITAL GENERAL DE CIUDAD REAL HA ATENDIDO A MÁS DE SEIS MIL PACIENTES DESDE QUE INICIÓ SU ACTIVIDAD
El número de intervenciones realizadas en 2007 duplicó las cifras del año anterior. Los profesionales de este servicio realizan todas las intervenciones de patologías relacionadas con esta especialidad.
El Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital General de Ciudad Real, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, ha realizado más de 5.300 consultas, unas 4.000 revisiones y cerca de 1.000 intervenciones en sus dos primeros años de funcionamiento, ofreciendo en estos momentos una amplia cartera de servicios que da cobertura a una población de 550.000 potenciales pacientes.
En su primer año de funcionamiento, este Servicio atendió 2.200 consultas, incrementándose en 2007 hasta superar las 3.000, mientras que las intervenciones realizadas en 2006 fueron 240, ascendiendo el año pasado hasta las 641.
En la actualidad, el equipo dirigido por el doctor Matías Cuesta realiza toda la patología de la especialidad, que abarca desde la traumatología facial, la oncología maxilofacial, la cirugía de las malformaciones cráneo-faciales y la cirugía oral. Estas patologías son abordadas con técnicas de microcirugía. También se lleva a cabo la cirugía de las glándulas salivares, una especialidad que es relativamente joven en España y de gran complejidad.
Las intervenciones más complejas son las oncológicas, como tumores de la cavidad oral donde hay que resecar media mandíbula y realizar su reimplantación. Estas intervenciones duran entre catorce y dieciséis horas, llegándose a necesitar dos equipos de trabajo con seis cirujanos.
Para llevar a cabo estas operaciones, al paciente se le realiza una incisión en la zona donde está el tumor, que a veces implica lengua, mandíbula y piel del rostro. Una vez extirpado el tumor, se le reconstruye la zona con colgajos del muslo o del abdomen. Estas intervenciones son posibles gracias al instrumental de última generación del que dispone el Hospital.
Las intervenciones más frecuentes se realizan por secuelas de operaciones de tumores y por traumatismos provocados por accidentes de tráfico y quemaduras, donde se deforman órganos como la nariz.
Entre los pacientes sometidos a estas intervenciones se encuentran predominantemente hombres entre la quinta y sexta década de su vida, fumadores y consumidores habituales de alcohol.