El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el vicepresidente segundo, Emiliano García-Page, asistieron anoche, en Toledo, a la procesión del Capítulo de Caballeros Penitentes de Cristo Redentor.

Esta emblemática procesión de la Semana Santa toledana, celebración que está declarada de Interés Turístico Nacional, partió desde el Monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo con su imagen, una talla completa y policromada de Cristo caído con la cruz a cuestas, rodeada del respetuoso silencio que caracteriza al cortejo, solamente roto por el repicar de un tambor precediendo a la cruz de guía y al canto del Miserere en las paradas.

La primera vez que desfiló esta imagen fue el Viernes Santo de 1928 con la procesión del Santo Entierro. Desde el año 1947, ha procesionado todos los Miércoles Santo ininterrumpidamente hasta nuestros días con el Capítulo de Caballeros.

La procesión está organizada como un Vía Crucis, con catorce Estaciones, en las que se cantan fragmentos del Miserere y donde se relevan los cofrades portadores de la imagen.

El trayecto de la procesión discurrió por el marco privilegiado del Casco Histórico de Toledo, destacando la subida por las calles Merced y Tendillas, el transcurrir por las calles de San Román y San Clemente, la Plaza Juan de Mariana, Nuncio Viejo, Hombre de Palo, Sillería y Alfileritos, los Cobertizos y la salida y entrada en el templo.