Hoy se ha izado, en la plaza del Ayuntamiento de Toledo, la bandera de la Organización de Ciudades del Patrimonio Mundial, al ostentar la capital castellano-manchega la presidencia de esta organización, un acto que ha estado presidido por alcalde de la ciudad, José Manuel Molina; el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono; y el vicepresidente de España y ministro de Interior, Mariano Rajoy; y al que han acudido, entre otros, representantes de los 54 países del mundo que aglutinan a las 180 ciudades que poseen la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha incidido hoy, durante su discurso en los actos conmemorativos de la presidencia de Toledo de la Organización de Ciudades del Patrimonio Mundial, que “necesitamos banderas inteligentes y humildes, como ésta de la Organización que se ha izado hoy en Toledo, que viertan al río ancho de la paz y el desarrollo”.

José Bono, ante los representantes de los 54 países del mundo que aglutinan a las 180 ciudades que poseen la declaración de Patrimonio de la Humanidad, ha insistido en la necesidad de potenciar la tolerancia y la transigencia, “de la que hemos hecho leyenda en Toledo y por lo cual hemos de conformar nuestros actos para no desdecirla”.

En ese mismo sentido, el presidente regional ha manifestado que “conservar un patrimonio mundial, como el de las ciudades aquí representadas, debe ser ocasión para proclamar los valores de una humanidad que ha de exigirse respeto”.

José Bono, que ha felicitado al alcalde y a la ciudad de Toledo por conseguir su elección para ostentar la presidencia de la Organización de Ciudades del Patrimonio Mundial, ha subrayado que “hemos de percibir que el mérito de este patrimonio lo recibimos como un legado para nuestros hijos y por ello debemos conservarlo”.