20/03/1998JCCM

El presidente regional condiciona la jornada de 35 horas a la creación de empleo y al reparto del trabajo JOSÉ BONO, PARTIDARIO DE QUE LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL SEA FRUTO DEL PACTO Y NO MEDIANTE UNA LEY

En opinión del responsable del Ejecutivo castellano-manchego, sólo el acuerdo y el pacto podrían garantizar que esta medida crease empleo.


En opinión del responsable del Ejecutivo castellano-manchego, sólo el acuerdo y el pacto podrían garantizar que esta medida crease empleo.

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, aseguró hoy durante la inauguración del II Congreso regional del sindicato UGT, que "si la jornada de 35 horas semanales supone la creación de empleo, soy partidario de la misma" y añadió que "la mejor forma para que esta medida genere puestos de trabajo es consiguiéndola mediante el pacto y el acuerdo; no por Ley".

En este sentido, Bono recordó que la jornada de 40 horas fue aprobada por Ley por el Gobierno socialista y que el ministro de entonces calificó la medida de logro histórico, sin embargo -puntualizó Bono- "esto no se tradujo en una masiva creación de empleo".

En opinión del presidente castellano-manchego, hay que valorar esta cuestión, ya que el objetivo prioritario es la creación de puestos de trabajo. "Creo que para que la reducción de jornada no se quede sólo en eso, con lo que no estaría de acuerdo, sino que sirva para crear empleo y redistribuir el trabajo es necesario el pacto y el acuerdo".

A preguntas de los periodistas sobre la dificultad de lograr este acuerdo con los empresarios, quienes ya se han manifestado en contra de la reducción de jornada, Bono afirmó que "las organizaciones están para conseguir y lograr las cuestiones difíciles, para hacer lo fácil no se pagan sueldos" y añadió que "lograr lo difícil es lo que demandan los ciudadanos a sus representantes sociales, económicos y políticos".

El presidente Bono, durante su intervención en la inauguración del Congreso de UGT, solicitó el apoyo de los sindicatos y, concretamente de los ugetistas para que Castilla-La Mancha siga avanzando y progresando y les pidió "transigencia, negociación y acuerdo como signo de modernidad progresista para alcanzar objetivos y radicalidad en materia de solidaridad y en la defensa de los intereses de la región".

José Bono, tras recordar los acuerdos alcanzados como el Pacto Industrial, el Pacto del Agua, el Pacto del Medio Ambiente, el Pacto por la Educación o la defensa de una Sanidad pública justa, solicitó su colaboración ante la próxima negociación de la reforma de la OCM del Vino, el producto de mayor importancia para Castilla-La Mancha.

En relación a esta OCM y a las de otros productos, Bono insistió en que los caminos para obtener éxitos son una buena negociación y la búsqueda de apoyos y aliados, y criticó la actitud del Gobierno español por intentar esconder una negociación desastrosa -olivo, leche, girasol- con discursos victimistas y anti-europeos.

En este sentido, Bono, tras recordar que cuando acababa el siglo XIX se decía: "España es el problema, Europa es la solución", indicó que "cuando termina el siglo XX, escuchando las manifestaciones de algunos políticos conservadores de España, parecería que nosotros somos el milagro y Europa es el infierno" y añadió que "no estoy dispuesto a aceptar que haya milagros laicos de tan gran significación y tan escaso continente".

En este sentido, Bono señaló que la solución es España y es Europa y acusó al Ejecutivo central de querer convertir en "un brebaje antieuropeo los humos imperialistas de algunos y las ínfulas de escasa negociación de otros".

El presidente regional advirtió que "excitar el sentimiento antieuropeo y volver al 'España es diferente' es muy peligroso" y, tras recordar lo mucho que nos ha llegado de Europa, insistió en que el camino "es negociar y buscar aliados".

Caso Tomey

A preguntas de los medios de comunicación sobre la petición del suplicatorio de Francisco Tomey por parte del Tribunal Supremo, el presidente regional, José Bono, señaló que cuando este Alto Tribunal "apunta al PP, el señor Aznar no debe mirar hacia otro lado como si el medicamentazo que él aplicó al PSOE, no fuese, al menos, una cataplasma que tuviese que aplicar a su partido".

En este sentido, Bono advirtió al presidente del Gobierno español que "no se equivoque, porque los españoles no suelen tratar políticamente bien a quien tiene dos chaquetas" y añadió que "Aznar tiene dos chaquetas: una de dureza y severidad para pedir dimisiones en el PSOE y otra, una chaquetilla extraordinariamente indulgente para tapar las vergüenzas de los suyos".

José Bono señaló que él no va a decir lo de "señor Tomey, váyase", pero matizó que "Aznar debería decirle algo".

Respecto a las declaraciones del presidente de la Diputación de Guadalajara, Francisco Tomey, quien decía que su situación es producto de un montaje del PSOE, el presidente Bono calificó de "broma" el decir que las actuaciones que emprende el Tribunal Supremo obedecen a una confabulación socialista.

Bono, tras preguntarse si alguien se podía creer que el fiscal general, Jesús Cardenal, o los miembros de este tribunal emprendiesen actuaciones por algo que les diga un diputado socialista de Guadalajara, dijo que "cada uno intenta justificarse como puede, pero esto es muy difícil cuando es el Tribunal Supremo quien te apunta".

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