El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, recibió hoy en el transcurso de la misa, en la ermita de la Virgen del Valle,de Toledo, el nombramiento de Mayordomo de Honor de la Virgen del Valle. “Para mi es un honor y una gran responsabilidad”, apuntó.
El jefe del Ejecutivo autonómico que estuvo acompañado, en la Romería de la Virgen del Valle, por el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, y por la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo, explicó que se trata de una concesión muy importante dado el papel histórico, cultural y religioso que tiene la Virgen del Valle y su romería, así como la importancia de esta cofradía a lo largo del tiempo. “Siento un gran agradecimiento que me obliga a corresponderles”, dijo Barreda que significó además que su designación fue aprobada por unanimidad.
Este nombramiento es una concesión extraordinaria que la Ilustre Cofradía, La Cofradía tiene más de 3.000 miembros, realiza en circunstancias muy excepcionales a personalidades que se hayan destacado por su apoyo a la institución y a la Virgen. A lo largo de la historia de la Cofradía sólo hay dos: el Cardenal Enrique Plá y Deniel y el ex alcalde de Toledo, José Manuel Molina.
La ceremonia ha consistido en la entrega de una placa y un diploma tras la lectura del acta por parte del secretario de la Cofradía en la celebración de la misa.
En este marco, y en respuesta a preguntas de los periodistas, aseguró que “como presidente de Castilla-La Mancha tengo como obligación principal respetar a todos los paisanos, a las mayorías y a las minorías, y soy el presidente de todos los castellano-manchegos”, rubricó.
Las primeras palabras de José María Barreda en el día de fueron para el cardenal español Agustín García Gascó, natural de Corral de Almaguer (Toledo) que falleció hoy de un infarto en Roma, muy querido en su pueblo natal.
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page también tuvo palabras de recuerdo para monseñor García-Gascó al tiempo que ensalzó al festividad de hoy de Toledo y aseguró que la Virgen del Valle, que tiene ermita desde el siglo XVI, es un atractivo de Toledo ya que actúa de balcón sobre la ciudad que, desde la noche del 30 de abril luce una belleza singular en su iluminación artística.
La historia
El primero mayo se celebra en Toledo la Romería de la Virgen del Valle. De acuerdo con la tradición, cuando la Virgen es paseada por los cerros a la entrada de Toledo, la gente corre hasta la ermita con el propósito de tocar las campanas, pues aquellos que no la alcancen no lograrán llegar al matrimonio. Por el contrario, las mozas que tocan la campana del santuario encuentran novio ese mismo año, y las que ya lo tienen, se casan antes de que el año finalice.
Los devotos de la Virgen del Valle preparan la procesión que está compuesta por dos momentos fundamentales: el primero, el aludido en el punto anterior; el segundo, una vez realizada la “toca de campana”, los participantes de la romería se dirigen hacia “la piedra del rey moro” donde tiene lugar la tradicional merienda.
El símbolo de la celebración es el “hinojo” que abunda en los alrededores y que es símbolo de la fertilidad. Es recogido, tradicionalmente, por las mujeres embarazadas, dado que, según la creencia popular, las fortalece para el momento del parto.