EL HOSPITAL DE TALAVERA, CENTRO DE REFERENCIA MULTIPROVINCIAL PARA LOS ESTUDIOS DE PATOLOGÍA DEL SUEÑO
El centro sanitario dispone de un Laboratorio del Sueño que se encuentra ubicado en dos habitaciones individuales situadas en la planta de hospitalización de cardio-neumología y que está dotado con un polisomnógrafo y un polígrafo.
El Hospital Nuestra Señora del Prado, de Talavera de la Reina (Toledo), dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), se ha convertido en centro de referencia multiprovincial para la realización de estudios de patologías del sueño. Dos años y medio después de su puesta en funcionamiento, el Laboratorio del Sueño del hospital atiende a pacientes de las Áreas Sanitarias de Talavera, Ciudad Real, La Mancha-Centro y Toledo.
El centro sanitario talaverano dispone de un Laboratorio del Sueño especializado, fundamentalmente, en el estudio del Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), una patología que afecta al 4% de la población adulta. Aunque buena parte de los afectados son varones de edad media de los que más del 60% tienen problemas de obesidad--, entre un 15 y un 35% de los casos corresponde a mujeres, sobre todo en edad postmenopáusica.
La apnea consiste en una obstrucción de la vía aérea superior, impidiendo la entrada de aire en los pulmones. Esa obstrucción se produce por un colapso inspiratorio de la faringe, favorecido por la pérdida de tono muscular de los músculos faríngeos durante el sueño. Todo esto desencadena una disminución del oxígeno y aumento del carbónico en la sangre, así como una reducción de los latidos cardiacos e hipertensión pulmonar.
En la terminación de cada apnea se produce un despertar con interrupción del sueño que provoca una descarga adrenérgica, con taquicardia e hipertensión arterial. Todo este ciclo se produce a lo largo de la noche, con la consiguiente fragmentación del sueño y, por lo tanto, hipersomnolencia diurna, con mayores riesgos de accidentes de tráfico y laborales, además de un deterioro de la función cognitiva y trastorno de la conducta.
Además de somnolencia diurna, los pacientes afectados por el Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño presentan otros síntomas como cefaleas matutinas, disminución de la memoria y cambios de la personalidad o del humor. Son precisamente todos estos síntomas los que ayudan a diagnosticar esta patología con la ayuda de dos tipos de estudios: la polisomnografía y la poligrafía.
La polisomnografía es un estudio neurofisiológico del sueño en el que se registran diversas funciones biológicas durante el sueño, de modo simultáneo al trazado electroencefalográfico. Así, se registra la actividad de los ojos, de los músculos de la respiración y el movimiento del aire a través de la nariz y la boca, de los músculos del mentón, la frecuencia y ritmo del corazón, la oxigenación de la sangre y los cambios de posición del cuerpo.
El Laboratorio del Sueño del Hospital Nuestra Señora del Prado está ubicado en dos habitaciones individuales e insonorizadas, situadas en la planta de hospitalización de cardio-neumología. La unidad está dotada con un polisomnógrafo y un polígrafo.
Los pacientes llegan a este servicio tras ser vistos en la consulta general de neumología, donde les realizan una historia clínica y una exploración. Después de efectuar diversas pruebas complementarias, y según la severidad de la clínica y claridad diagnóstica, el especialista decide si se debe realizar una polisomnografía o una poligrafía.
Los estudios se desarrollan por la noche y, una vez concluidos, son analizados por los profesionales del laboratorio para identificar cualquier anomalía que se haya presentado durante el mismo. Posteriormente, se elabora un informe en el que se anotan las alteraciones observadas, el diagnóstico fisiológico y clínico, así como las recomendaciones terapéuticas. Los pacientes son sometidos a controles periódicos dentro del primer año tras la realización del estudio.
El 76% son hombres
A lo largo de los dos últimos años, el Laboratorio del Sueño del hospital talaverano ha realizado más de 300 polisomnografías y casi 250 poligrafías. Más del 76% de los pacientes atendidos son hombres.
El tratamiento de elección de este síndrome es la CPAP, que consiste en la aplicación de una presión positiva constante en la vía aérea superior mediante un aparato silencioso, de poco peso y portátil. La presión se transmite a través de una tubuladura a una máscara, habitualmente nasal, y de ahí a la vía aérea superior, estabilizando la misma e incrementando su área.
Esta prueba está prácticamente libre de efectos secundarios y los que produce suelen tener lugar en las primeras semanas, aunque en general son leves y transitorios. El paciente llega a tolerar bien el tratamiento, aunque es muy importante que observe las medidas higiénicas del sueño que le explican y que pierda peso.
El tratamiento con CPAP evita los trastornos respiratorios durante el sueño y normaliza su arquitectura, con lo cual desaparecen rápidamente la mayoría de los síntomas, como la somnolencia y los trastornos cognitivos. El paciente se siente subjetivamente cambiado y nota que puede hacer cosas que hacía años no podía.