EL HOSPITAL DE GUADALAJARA AUMENTA LAS ESPECIALIDADES ACREDITADAS PARA FORMAR MÉDICOS RESIDENTES
El centro sanitario ha celebrado hoy un acto de bienvenida a los 37 nuevos Médicos Internos Residentes (MIR) que inician este año su formación como especialistas en el Área de Salud de Guadalajara.
La incorporación de médicos internos residentes de Anestesiología y Reanimación por primera vez este año eleva a 17 el número de especialidades acreditadas en el Hospital Universitario de Guadalajara para formar residentes.
Un número que se verá incrementado en el futuro de manera aún más significativa, puesto que el centro sanitario ya ha obtenido la acreditación para impartir formación de posgrado en otras cuatro especialidades (Dermatología, Digestivo, Medicina Intensiva y Pediatría), que recibirán sus primeros residentes en el próximo año.
Desde que el Gobierno de Castilla-La Mancha asumió las transferencias sanitarias ha mantenido una fuerte apuesta por potenciar la docencia de posgrado en los centros dependientes del SESCAM. De hecho, la oferta de plazas para médicos residentes en el conjunto de la región ha aumentado un 36% y, si se suman las correspondientes a Enfermería y Psicología, ese incremento llega al 51%.
La mayor parte de los nuevos residentes incorporados hoy un total de 15 corresponden a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, cuya formación de postgrado está tutelada por la Unidad Docente de Atención Primaria, aunque en parte se desarrolla en el Hospital. El resto pertenece a las especialidades de Análisis Clínicos, Bioquímica Clínica, Cirugía General, Farmacia Hospitalaria, Geriatría, Medicina Interna, Medicina Preventiva, Nefrología, Neumología, Neurología, Obstetricia y Ginecología, Psicología Clínica, Psiquiatría, Rehabilitación, Radiodiagnóstico y Traumatología además de la citada Anestesiología, que se incorpora por primera vez.
El Área de Salud de Guadalajara cuenta en la actualidad con más de un centenar de residentes en periodo de formación de posgrado, que oscila de cuatro a cinco años, según las especialidades. Durante este periodo, disponen de un contrato laboral, de tal forma que el trabajo constituye la base del aprendizaje. Para ello, desempeñan funciones asistenciales y participan en todas las actividades médicas del departamento al que están adscritos, bajo la supervisión de un tutor.
La formación por la vía MIR implica una evaluación continua de los residentes, que van rotando periódicamente por diferentes servicios y unidades de los centros sanitarios. Además, cada año se someten a un examen y después a una evaluación final al concluir el periodo formativo. El objetivo de este proceso, tutelado por una Comisión de Docencia, es que proporcionar de manera progresiva los conocimientos y la responsabilidad profesional necesarias para ejercer la especialidad de modo eficiente.
Esta Comisión de Docencia es la encargada de organizar la formación supervisar su aplicación práctica y controlar el cumplimiento de los objetivos del programa.