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31/01/2003Consejería de Sanidad
El Plan de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo cuenta con un presupuesto de más de 34 millones de euros

EL GOBIERNO REGIONAL CREARÁ UNIDADES DE TRATAMIENTO ESPECIALIZADO PARA DESHABITUACIÓN TABÁQUICA

El consejero de Sanidad, Fernando Lamata, ha presentado hoy el Plan de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo 2003 - 2010, que cuenta con un presupuesto superior a los 34 millones de euros. El Plan contiene medidas de prevención específicas para distintos colectivos, medidas para fomentar el abandono del hábito tabáquico, o disminución del consumo, y de reducción de la oferta. Destacan, entre otras, la creación de Unidades de Deshabituación Tabáquica, programas de abandono del tabaco en los centros sanitarios, un teléfono de ayuda y programas formativos para determinados colectivos con capacidad de influencia en la opinión pública.

Castilla-La Mancha dispone ya de un Plan de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo que aborda desde una perspectiva global el problema del tabaquismo, con medidas encaminadas a prevenir el inicio de consumos, fomentar la deshabituación tabáquica y reducir la oferta, al tiempo que se amplía los lugares con espacios específicos para fumadores.

El consejero de Sanidad, Fernando Lamata, acompañado de profesionales de distintas áreas que han participado en la redacción, ha presentado hoy este plan que se desarrollará entre el presente año y el 2010 y cuenta con un presupuesto de 34.538.000 euros. Se trata de un extenso programa con medidas muy concretas y específicas para distintos grupos de población, como jóvenes, mujeres embarazadas, profesionales de distintos sectores y colectivos que, por su labor profesional, pueden influir en la opinión pública de forma significativa.

En materia preventiva se contemplan actividades de información y formación, así como alternativas de ocio saludables para los jóvenes. Se pretende generar una conciencia de rechazo al consumo de tabaco basada en conocimientos claros, para evitar los inicios y estimular el deseo de abandonar el hábito entre los que ya padecen la adición.

La disminución de la oferta de tabaco pasa por la creación de espacios sin humo, con la colaboración de sectores profesionales para el ámbito laboral y hosteleros. Al mismo tiempos se plantea acelerar las medidas sancionadoras por incumplimiento de la Ley de Drogodependencias de Castilla-La Mancha.

El Plan de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo contempla asimismo la creación de Unidades de Tratamiento Especializado para la Deshabituación Tabáquica y programas específicos para abandono del hábito en dispositivos sanitarios, tanto de asistencia Primaria como de Especializada. También habrá un teléfono de ayuda al fumador y puntos de información acerca de los beneficios de superar la adicción y los recursos disponibles para facilitar el abandono.

El consejero de Sanidad ha informado así mismo que próximamente se pondrá en marcha un programa piloto para subvencionar los tratamientos farmacológicos destinados al abandono del hábito tabáquico: "el grupo de expertos ha desarrollado subvenciones parciales de ese tratamiento, y vamos a aplicarlo en algunos lugares para, en su caso, poderlo generalizar".

En definitiva, se trata de una batería de medidas que pretenden llegar al mayor número de personas tanto en el ámbito de la prevención como el tratamiento de esta enfermedad adictiva que es la primera causa de morbimortalidad en los países desarrollados.

Incidencia del tabaquismo

Según ha explicado el consejero de Sanidad en Castilla-La Mancha la prevalencia de consumo de tabaco se encuentra por debajo de la media nacional, siendo del 32% en la región y el 36% como media en el país. El consumo sigue siendo más frecuente entre los hombres (44,8% como media nacional) que entre las mujeres (27,2%), aunque entre los primeros está disminuyendo. El aumento de consumo en mujeres se debe fundamentalmente a la incorporación de jóvenes.

Los castellano-manchegos se inician en el consumo de tabaco a edades más tardías, siendo la media de edad de inicio de 16 años entre los hombres y 17 en las mujeres. Entre los escolares de Castilla-La Mancha se ha reducido en un 12% el haber fumado alguna vez, y también ha descendido el porcentaje de jóvenes que fuman con asiduidad, pasando del 31% en el año 1998 al 27% en el año 2000.

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