El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy conceder la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha al cardenal emérito de Toledo Marcelo González Martín.

Marcelo González Martín nació en Villanubla (Valladolid) el 16 de enero de 1918.

Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas en 1940, fue ordenado sacerdote en 1941, siendo nombrado profesor de Teología Dogmática en el Seminario de Valladolid.

Canónigo por oposición en la Catedral Metropolitana de Valladolid. Catedrático de Teología en el Seminario y profesor de Religión en las facultades de Medicina y Derecho de la Universidad de la misma ciudad.

Durante veinte años desarrollo su labor apostólica en la Archidiócesis de Valladolid y fue nombrado obispo de Astorga (León) en 1960. En 1967 accedió al Arzobispado de Barcelona.

Fue nombrado arzobispo de la sede primada de Toledo en diciembre de 1971 y nombrado cardenal, con el título de San Agustín, por el Papa Pablo VI en marzo de 1973.

Miembro de las congregaciones para Evangelización de los Pueblos y para el Clero. Participó en los dos cónclaves en que fueron elegidos papas Juan Pablo I y Juan Pablo II (1978).

En enero de 1993, presentó su renuncia al Papa como arzobispo de Toledo y primado de España, al cumplir los 75 años, renuncia que aceptaría Juan Pablo II en junio de 1995.

González Martín fue elegido miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1972 y académico de honor de la Real Academia de Doctores en 1988.

Doctor “honoris causa” por la Universidad de Castilla-La Mancha, en marzo de 2000 fue galardonado con el Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades.

Autor de numerosas homilias y pastorales, entre sus obras figuran: “Espíritu cristiano y moral profesional” (1954); “Fuentes de la Fe” (1968); “Hijos de la Luz” (1971); “Teresa de Jesús vive en la Iglesia” (1983); y “El valor de lo sagrado” (1986).

Fundador del Instituto de Estudios Visigóticos-Mozárabes, está jubilado y reside en la localidad palentina de Paredes de Nava.