La Consejera de Cultura, Turismo y Artesanía y presidenta de la Sociedad Don Quijote de Conmemoraciones Culturales, Soledad Herrero, y el director del Museo del Prado, Miguel Zuzaga, han firmado un convenio de colaboración para la edición del catálogo de la exposición ‘Maíno, un maestro por descubrir’, que ayer fue inaugurada en el Museo del Prado por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.
La ausencia, hasta hoy, de exposiciones y publicaciones monográficas sobre el pintor Juan Bautista Maíno, nacido en la localidad de Pastrana (Guadalajara), convierte al catálogo en la referencia bibliográfica obligada sobre el artista, ya que en él se recoge abundante documentación nueva y descubre obras inéditas que habían sido atribuidas a otros pintores.
José María Barreda es el autor del texto introductorio de este catálogo que pretende hacer justicia a la memoria de un artista que refleja las ideas, la emoción y el sentimiento de la España del siglo XVII.
Al lado de la documentación acerca de su biografía y de las fichas catalográficas, el catálogo está ilustrado con imágenes de las obras de la exposición, entre las que se encuentran no sólo las de Maíno, sino las de otros pintores que influyeron en la producción del artista.
Algunas de las obras que ilustran las páginas de esta publicación son: ‘El éxtasis de San Francisco’ de Caravaggio; el ‘Retrato del Conde Duque de Olivares’ de Velázquez o ‘Descanso en la huida a Egipto’ de Oranzio Gentileschi. También aparecen otras obras de referencia y fotografías de las radiografías que se han realizado para analizar en profundidad algunos de los cuadros más importantes de Maíno.
La exposición
La muestra ‘Maíno, un maestro por Descubrir’, inaugurada ayer en el Museo del Prado por José María Barreda y la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, está dividida en dos partes, que reúnen en primicia casi toda la escasa producción conocida del pintor más importante de la Corte de Felipe IV, después de Velázquez, tal y como le describe la comisaria de la exposición, Leticia Ruiz. La primera parte está formada por una treintena de piezas que recopila toda la obra del pintor en sentido cronológico.
La segunda contextualiza la producción de Maíno en los tres ámbitos esenciales en los que se movió: Italia, Toledo y Madrid. Este planteamiento permite mostrar la estrecha imbricación del pintor con la vanguardia italiana, y su excepcionalidad dentro de la esfera española. En esta segundo parte se encuentran obras de otros artistas como Velázquez, El Greco, Caravaggio, Reni, Zurbarán o Ribera.
La exposición permanecerá en el Museo Nacional del Prado hasta el 31 de enero.