El director general del Agua, Alejandro Gil, expuso ayer los resultados del Programa de Mejora y Modernización de los Regadíos de Castilla-La Mancha y el contenido del Plan Director de Abastecimiento, con especial incidencia en los aspectos de ahorro de agua y de concienciación del consumidor. La conferencia tuvo lugar en Madrid, dentro del certamen "Hidro 98", organizado por el diario Expansión, que reúne a expertos en temas hidrológicos y responsables de las distintas administraciones.

Alejandro Gil destacó las cifras de los dos años de aplicación del Programa de Mejora y Modernización de los Regadíos, en los que se han concedido subvenciones por valor de 2.200 millones de pesetas para una inversión total de 5.500 millones de pesetas. "Estos fondos han hecho posible la modernización de infraestructura de regadío en 40.000 hectáreas y una mejora de la gestión en 220.000 hectáreas, con un ahorro de agua superior a los 40 hectómetros cúbicos por año".

El Plan Regional de Regadíos incluye tres líneas de ejecución que pueden acogerse a las ayudas de la Administración regional: estudios previos, realización de obras y mejora de la gestión del agua. El porcentaje de subvención en obras es de un máximo del 35% en inversiones individuales y el 45% en colectivas; en las otras líneas, puede alcanzar el 85%.

Las prioridades en la mejora de regadíos se centran, en primer lugar, en los cultivos leñosos, seguidos por los cultivos hortícolas de interés social y los cereales tradicionales.

También establece preferencia hacia las acciones colectivas, realizadas por comunidades de Regantes, cooperativas, sociedades agrarias de Transformación u otras fórmulas asociativas.

El director general del Agua incidió en los esfuerzos realizados por las comunidades de Regantes en la optimización de la gestión, "entre las que destacan las actuaciones de la Junta de Regantes del Acuífero de La Mancha Oriental, que integra actualmente 60.000 hectáreas, y de la Comunidad de Regantes del Acuífero de La Mancha Occidental, que engloba más de 100.000 hectáreas". En algunos casos "se han obtenido ahorros medios de agua del orden del 30% en maíz o del 23% en la cebada".

La experiencia demuestra, en palabras de Alejandro Gil, que "es fundamental incorporar a todos los regantes en entidades de riego en común y que vayan asumiendo el papel de corresponsabilidad en la gestión del agua, además de una actuación de mayor control y rigurosidad en la vigilancia de los volúmenes consumidos en la agricultura".

Gil recalcó que "el futuro Plan Nacional de Regadíos debe proponer un ambicioso plan financiero para consolidar y mejorar los regadíos actuales que contribuya en Castilla-La Mancha a acelerar las actuaciones del Programa Regional".

La importancia del ahorro del agua en los regadíos queda demostrada por el hecho de que el consumo regional en abastecimientos a poblaciones es del 8%, mientras que la agricultura consume prácticamente el 90% del total en Castilla-La Mancha.

"Con un ahorro global del orden del 10% en los regadíos, obtendríamos un volumen disponible superior al consumo de todas las poblaciones de la región", aseguró Gil.

En la conferencia también se aludió al Plan Director de Abastecimiento de Castilla-La Mancha, con inversiones previstas de 105.200 millones de pesetas, cuyos objetivos principales son la planificación de las infraestructuras para corregir situaciones de falta de garantía de caudales en épocas de sequía, mejorar la calidad del agua, mayor integración de los sistemas de abastecimiento regionales y fomento del uso racional del agua.

Para aplicar el Plan Director, el Gobierno Regional está elaborando un Anteproyecto de Ley de Abastecimiento y Saneamiento.