El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, considera que la Ley de Extranjería debe ser “abolida”, porque con ella “el Gobierno de España está intentado sembrar brotes de xenofobia y rechazo a los que son diferentes”. Según destacó, el Ejecutivo regional, que mañana estudiará si presenta recurso de inconstitucionalidad contra esta Ley, quiere tratar a los inmigrantes “con la consideración y la dignidad que merecen todas las personas”

Bono, dirigiéndose a las personas que viven en nuestra Comunidad Autónoma y quieren un empleo o están realizando los trabajos que normalmente no queremos los castellano-manchegos, indicó que la preocupación del Gobierno regional consiste en que “puedan vivir con dignidad y con todos sus derechos, en un país que hoy les recibe, pero que hasta ayer ha sido un país de emigración”.

Para el presidente de Castilla-La Mancha, la Ley de Extranjería debe ser derogada, porque es “mala” y añadió que, “aunque algunos crean que pueden cosechar votos en la xenofobia y en el racismo, es absolutamente indigno”.

Bono, a preguntas de los periodistas, señaló que el Gobierno regional está en contacto con todos aquellos que no quieren la Ley y que la han votado en contra como el PSOE.

El presidente de Castilla-La Mancha cree que el Ejecutivo central no tiene interés en llegar a acuerdos, una actitud que comparó con la ”cultura del pacto” que están fomentando los socialistas. Según Bono, a “Aznar se le ha atragantado la mayoría absoluta”, algo, dijo, que “no puede ser una patente para despreciar la opinión de la oposición o la minoría, si además se comporta de un modo tan racional como lo está haciendo José Luis Rodríguez Zapatero”.