* El Consejo de Gobierno declara Refugio de Fauna el monte "Hazadillas y Era Vieja", de los términos municipales de Ossa de Montiel (Albacete) y Villahermosa (Ciudad Real).
* El Consejo de Gobierno declara Refugio de Fauna el monte "Hazadillas y Era Vieja", de los términos municipales de Ossa de Montiel (Albacete) y Villahermosa (Ciudad Real).
La finca "Hazadillas y Era Vieja", en parte incluida en el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera, fue adquirida por la Junta de Comunidades en 1995 mediante aplicación del derecho de tanteo, destinándose desde entonces a trabajos de conservación de la naturaleza y educación ambiental.
Tiene una superficie de 1.984,02 hectáreas, de las que 1.332,55 se encuentran en el término municipal de Ossa de Montiel, en la provincia de Albacete, y 651,47 hectáreas son de Villahermosa (Ciudad Real). De este monte, aproximadamente 500 hectáreas del término municipal de Ossa de Montiel se encuentran dentro de los límites del Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera.
La importancia de las colonias de acuáticas que se asientan y crían en los carrizales de Las Hazadillas y de las poblaciones de jabalí, conejo, liebre y perdiz que alberga el resto del monte, hace aconsejable dotar de este nivel de protección a este monte, que permita asegurar la tranquilidad de las especies cinegéticas para el normal desarrollo de sus ciclos biológicos.
Este monte, además de ser en parte integrantes del Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera, es un lugar de estancia, de cría, de invernada, de paso y de parada de un elevado número de especies protegidas por la Ley 4/1989 de Conservación de Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres y por el Real Decreto 493/1990 por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Muchas de estas especies están también incluidas en la Lista Roja de los Vertebrados de España, en diversas categorías de amenaza.
La necesidad de conservar este hábitat y contribuir al cumplimiento de los fines del Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera requiere asegurar en él la tranquilidad que las especies cinegéticas requieren para completar sus ciclos biológicos.