EL CONSEJERO DE EDUCACION ASISTIÓ ANOCHE EN CIUDAD REAL A LA REPRESENTACIÓN DE "IMPRESIÓN DE DON QUIJOTE"
La producción de la compañía Teatro Negro Nacional de Praga es uno más de los espectáculos que llegarán este año a los escenarios de la región auspiciados por la conmemoración del IV Centenario de la novela cervantina.
El consejero de Educación y Ciencia, José Valverde, asistió anoche en el teatro municipal Quijano de Ciudad Real a la representación de la obra Impresión de Don Quijote (1605-2005), una producción del Teatro Negro Nacional de Praga que llega a Castilla-La Mancha dentro de la programación de la Junta de Comunidades.
Momentos antes del comienzo de la representación, Valverde indicó que se trata de un espectáculo novedoso y que mezcla estilos, de forma que como en la propia obra cervantina, la realidad y el sueño cabalgan juntos, explicó.
Uno de los directores escénicos de esta Impresión de Don Quijote, Francisco Plaza, dirige también el teatro de Rojas de Toledo y conociéndole, señaló el consejero de Educación y Ciencia, estoy convencido de que es un montaje es muy interesante.
El autor de Impresión de Don Quijote (1605-2005) es el dramaturgo Antonio Arnel y, además de Francisco Plaza, como director escénico figura también el checo Pavel Marek.
El Quijote del Teatro Negro Nacional de Praga no es un Quijote al uso y tiene, por tanto, mucho de peculiar y de distinto, empezando por las propias características del llamado teatro negro, basadas sobre todo en el efecto mágico provocado por sus técnicas interpretativas y su expresiva estética.
Para esta ocasión el Teatro Negro de Praga ha realizado una recreación estilizada de los pasajes más representativos del Quijote y una evocación del mundo quijotesco, tan rico en significados.
A todo esto hay que añadir que, por primera vez en su amplia trayectoria profesional, la compañía checa ha incorporado a la representación del uso de la palabra y de ahí que en la representación intervengan dos actores españoles, Juan Llaneras en el papel de Don Quijote- y Juan Carlos Castillejo en el de Sancho Panza-, cuya presencia se antepone a la de los cinco actores checos del grupo.
Así, la acción dramática gravita sobre los dos actores españoles a los que complementa en ocasiones una voz en off que refiere algunas citas de la obra cervantina. A todo ello hay que añadir un importante soporte audiovisual, a partir de imágenes y apoyo musical.