El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, que ha acompañado al Príncipe de Asturias los cuatro días de duración de su primera visita oficial a la región, destacó el entusiasmo con el que el pueblo castellano-manchego ha recibido al heredero de la Corona.

El Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, se despidió hoy de Castilla-La Mancha alabando el progreso económico y el talante moderado de nuestra región, que ha tenido oportunidad de conocer y disfrutar durante los cuatro días que ha durado su primera visita oficial a la comunidad autónoma.

En las palabras que el heredero de la Corona pronunció en el acto de despedida oficial celebrado en el toledano Palacio de Fuensalida, Felipe de Borbón afirmó que su recorrido por la región le ha permitido comprobar "cómo Castilla-La Mancha ha roto muchas imágenes del pasado", calificándola como una "región dinámica, con confianza en sí misma, que lucha por su progreso y en la que el diálogo y el acuerdo se encuentran en su quehacer político y social".

Su Alteza Real, acompañado del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, que ha viajado con él a todos las ciudades, pueblos y lugares hasta donde ha llegado en su viaje por la región, dirigió unas palabras de agradecimiento al pueblo castellano-manchego por su "hospitalidad y la alegría de los momentos que hemos compartido" y sobre todo agradeció "la confianza y la fe en las gentes que he conocido".

Durante su discurso, el Príncipe heredero recordó todos y cada uno de los rincones que ha visitado, así como las instituciones y los colectivos con los que ha tenido oportunidad de conocer mejor la realidad de Castilla-La Mancha, lo que le ha permitido encontrarse con "una región viva y despierta", que ha conseguido con su optimismo y entrega dejar una "huella imborrable" en su memoria.

Previas a las palabras del Príncipe, el presidente regional, José Bono, destacó, ante las cerca de 600 personas que asistieron al acto de despedida de Su Alteza Real, el aspecto moderno que ha presentado Castilla-La Mancha al heredero de la Corona. "Hemos podido mostrar una región moderna -manifestó Bono-, la modernidad que procede de que en esta tierra sabemos que pactando podemos llegar a acuerdos y así podremos ganar el futuro".

Bono destacó en sus palabras que Castilla-La Mancha "es una región viva que sueña y que no renuncia a tener metas y objetivos ambiciosos".

Respecto al recibimiento que los castellano-manchegos han rendido al heredero de la Corona en su recorrido por la región, José Bono mostró la satisfacción que le ha producido el "entusiasmo mostrado en todos los lugares visitados, sobre todo el que le rindieron los jóvenes de la Universidad regional".

Por último, Bono resaltó las cualidades que adornan al hijo del Rey de España asegurando que el "mayor éxito de nuestro monarca es su hijo. Por lo que podemos ver el futuro con esperanza".