CASTELLANOS RECLAMA A GARCÍA-CALVO QUE TRABAJE PARA LOGRAR UNA ADMINISTRACIÓN MÁS MODERNA
El consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano, acompañó hoy a la consejera de Administraciones Públicas, María Llanos Castellanos, en la toma de posesión de Luis Felipe García-Calvo, al que pidió que desempeñe su trabajo bajo los principios de diálogo permanente, rigor y transparencia.
La consejera de Administraciones Públicas, María Llanos Castellanos, y el consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano, presidieron hoy en Toledo la toma de posesión del nuevo director general de Función Pública, Luis Felipe García-Calvo, al que agradecieron su incorporación al Gobierno de Castilla-La Mancha y solicitaron que encamine su trabajo a la consecución de una Administración más moderna que dé una mejor respuesta a los ciudadanos.
En su discurso, Castellanos destacó el plus de implicación con los trabajadores de la Administración regional que tiene el cargo de director general de la Función Pública, recordando que en Castilla-La Mancha hay 58.895 empleados públicos, unos magníficos profesionales, que son y deben ser la garantía de unos servicios públicos de calidad.
El Gobierno regional siempre ha concedido una extraordinaria importancia a la ordenación de la Función Pública, ejemplo de la cual Castellanos puso la Ley que regula su estatuto jurídico, aprobada en el año 1985, si bien la titular de Administraciones Públicas apuntó que la sociedad cambiante en la que vivimos obliga a seguir trabajando para lograr una mejora continua de la Administración.
En este reto por conseguir una Administración cada vez más moderna para atender todas las demandas, María Llanos Castellanos agradeció a Luis Felipe García-Calvo el haber asumido el apasionante ejercicio de lo público con ilusión ante los desafíos que se le presentan y con la predisposición al diálogo que le caracteriza.
Por su parte, Máximo Díaz-Cano destacó que la Función Pública no es una materia gris, sino un ejercicio fundamental en la Administración regional, ya que su correcta gestión proporciona el marco de relaciones adecuado entre el Gobierno y los empleados públicos, lo que redunda en un mejor servicio a la ciudadanía.
El consejero de Presidencia agradeció especialmente a García-Calvo el asumir esta responsabilidad en unas circunstancias que calificó de extraordinarias pero cargadas de normalidad, ya que la decisión adoptada por la Consejería a raíz de la suspensión de las oposiciones al Cuerpo de Jurídicos demuestra que una Administración democrática no se para nunca en el ejercicio y defensa de los intereses generales.
En este sentido, Díaz-Cano respaldó la actuación llevada a cabo por María Llanos Castellanos y reclamó al nuevo director general de Función Pública que se apoye en ella para desarrollar su labor, que solicitó base en los principios de diálogo permanente, rigor y transparencia.
En el acto de toma de posesión estuvieron presentes, entre otros, el subdelegado del Gobierno en Toledo, Francisco Javier Corrochano, el responsable del departamento Jurídico de la Universidad de Castilla-La Mancha, Antonio Baylos, y representantes de los sindicatos y la patronal.
El Consejo de Gobierno nombró el pasado 11 de octubre a Luis Felipe García-Calvo Rodríguez como nuevo director general de Función Pública.
García-Calvo nació en Zamora, el 31 de agosto de 1948. Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y cuenta con el Master en Relaciones Laborales, además de doctorando en Derecho del Trabajo, de esta misma institución académica.
Dentro de su experiencia laboral, ha ocupado el puesto de técnico superior de la Administración, destinado como inspector de Control de Calidad del Instituto Nacional de Estadística. Además, es profesor asociado del Departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Así mismo, ha desempeñado el cargo de consejero del CES de la Comunidad de Madrid y dentro de este organismo ha sido miembro de las comisiones de Economía, Empleo, Presupuestos e Informe Anual.