Carretero lamenta que hace años no se hubieran abordado ya los problemas del SESCAM “como ahora se está haciendo”
Subraya que el Síndico de Cuentas alertaba hace años de muchos de los riesgos que se estaban asumiendo y que comprometían la viabilidad del sistema sanitario de la región
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) ha sido el protagonista de la sesión vespertina dedicada en la Comisión de Economía y Presupuestos de las Cortes regionales al análisis presupuestario de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales. Luis Carretero, director gerente de este organismo, ha comparecido con la voluntad de “exponer las principales líneas y objetivos de este presupuesto, desde la rigurosidad que caracteriza a una organización como el SESCAM, sin ningún ánimo de generar polémicas estériles y sí con el de ofrecer una visión sosegada de una realidad económica difícil y de las líneas de abordaje que se plantean para superarla”.
En opinión de Carretero “un abordaje a tiempo de la situación hubiera acotado muchísimo el problema, y hubiera permitido adoptar las medidas necesarias con más tiempo y con menor intensidad. Pero no se supo o no se quiso diagnosticar la enfermedad, y el enfermo siguió evolucionando a peor. Ya el informe del Síndico de Cuentas en el año 2010 exponía la situación y advertía de los riesgos”, ha confirmado.
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha es el órgano que contará con una mayor dotación presupuestaria en 2012 en la Administración regional. El presupuesto para 2012 es de 2.495.677.120 euros, más del 30,1% del total del presupuesto de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el ejercicio en curso.
En su intervención, el responsable del SESCAM ha reflexionado que “lo que se gasta por encima del presupuesto es déficit que se carga sobre los ciudadanos en forma de mayores impuestos, endeudamiento público, o simplemente vía impago a los proveedores. Detrás de esos cientos de miles de facturas no solo hay papeles, hay empresas que han sufrido y sufren grandes calamidades, hay empresarios que han tenido que cerrar sus negocios por falta de liquidez y hay trabajadores en el desempleo cuyas empresas no han podido soportar esta situación”.
“El verdadero reto en el presupuesto 2012 es el de la veracidad, pues nace con la aspiración de cumplirse”, ha resaltado Carretero. Analizando la distribución del gasto por capítulos, destaca que el peso relativo de los gastos de personal sobre el presupuesto total del SESCAM es del 53 por ciento, ascendiendo a 1.322,32 millones para el año 2012.
“Hemos querido que el presupuesto para 2012 sea el mejor reflejo de que una sanidad pública, gratuita y universal tiene que ser en primer lugar sostenible, y compatible con una sanidad innovadora y de futuro. Hacer un sistema sanitario público viable y de calidad es tarea de todos, al margen de posicionamientos partidistas. Y en la mano de todos está el poner la aportación que a cada uno le toca desde su papel y su profesión. No sobra nadie en el esfuerzo ni en la aportación de ideas, y construir un SESCAM adecuado a los retos del siglo XXI es tarea de todos”, ha resumido el gerente.
Hacia un nuevo marco organizativo
El nuevo marco organizativo planteado debe generar un entorno mejor para que los profesionales de atención primaria y hospitalaria puedan inducir sinergias e intercambios de conocimientos que, sin duda, beneficiarán al enfermo. Este nuevo marco organizativo se basa, en primer lugar, en la integración de niveles asistenciales, que busca la supresión de barreras organizativas que dificultan el trabajo en equipo y la visión integral del enfermo y de sus necesidades de tratamiento. En el ejercicio 2012 está prevista su integración y que ésta se lleve a cabo de manera no solo funcional sino también asistencial, con el objetivo de crear áreas de gestión integradas, a las que se incorporará progresivamente un tercer nivel asistencial que es la atención socio-sanitaria.
En segundo lugar, Carretero ha destacado la desburocratización: “Vamos a realizar un esfuerzo para la eliminación de actividad burocrática que consume tiempo no asistencial del profesional sanitario, tanto en la revisión de procesos, como en la implantación de la receta electrónica”, ha avanzado. En paralelo, se trabajará en la potenciación de la autonomía de gestión. Estas medidas se complementan, además, con una visión integral de la atención y con el impulso decidido por los sistemas de información como elemento catalizador del proceso de cambio.
Entre las numerosas medidas expuestas por Carretero cabe reseñarse la próxima elaboración de un plan de atención al enfermo crónico y pluripatológico, la gestión clínica como motor de excelencia y eficacia organizativa o la apuesta por la colaboración público privada.
En este último aspecto, y sobre el impulso y directrices de la propia Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales y de su titular, José Ignacio Echániz, se mantiene la voluntad de avanzar en la colaboración entre los sectores público y privado en la gestión de instituciones sanitarias. Siendo conscientes de la responsabilidad de los poderes públicos respecto a la planificación sanitaria, se considera imprescindible concebir el sistema sanitario en su conjunto, especialmente en un momento como el actual. El sector privado puede aportar su capacidad para obtener eficiencia, ofreciendo al mismo tiempo una asistencia sanitaria de calidad. Por su parte, el sector público conserva el control sobre la calidad de los servicios, con el objetivo de mantener y potenciar una red asistencial integrada como es el SESCAM.
Grandes desviaciones presupuestarias
Luis Carretero ha abordado también la ejecución del presupuesto de 2011. “Dado que no había ningún plan ni estrategia de adecuación del presupuesto al gasto real, se partía con una desviación probable de varios cientos millones de euros”, ha recalcado el gerente del SESCAM. Finalmente, el desfase entre el presupuesto inicial y el gasto real en las cuentas del SESCAM durante 2011 ha sido del 15 por ciento, gracias a las medidas tomadas desde un primer momento, “menos de la previsión a mitad de año, pero sin duda el fruto de una costumbre que deberíamos ser capaces de erradicar entre todos: la de consolidar una estructura de gasto sin respaldo presupuestario, que se convierte en una eficaz máquina para generar endeudamiento público, hasta el punto de poner en peligro la viabilidad de algo tan importante como el servicio de salud”, ha concluido.