BONO RECLAMA CONSENSO PARA PROFUNDIZAR, FRENTE A LA DIVISIÓN, EN LA IDEA DE ESPAÑA
Conseguir un segundo Real Patronato en la región -dijo Bono en tono irónico-, no será un hecho diferencial de Castilla-La Mancha, que se siente orgullosa de este reconocimiento y que espera de él el progreso de la ciudad.
El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, aprovechó hoy el acto de presentación del Real Patronato de Cuenca para, en presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, mostrarse partidario, una vez más, del acuerdo y el entendimiento, del sentido común y de la idea de España, frente a quienes propugnan la división y la intolerancia para quien discrepa.
En el marco que ofreció la Iglesia de San Miguel de la capital, Bono dijo que, de la misma forma que el consenso crea este nuevo Real Patronato, el acuerdo entre los españoles dio en su momento la vigente Constitución, que ha propiciado el periodo más largo de libertad de nuestra historia reciente y que hoy sirve como mejor instrumento frente a quienes buscan crear derechos heredados en el pasado.
Así, para el presidente castellano-manchego, aunque sea con motivo de un nuevo Patronato, merece la pena celebrar este periodo de convivencia y reclamó de nuevo la necesidad de entendernos, pensar y abandonar la idea de una Babel bíblica para llegar al cielo.
Bono dijo en este acto que el entendimiento tiene premio, como son los nueve millones de euros (en torno a 1.500 millones de pesetas) que la capital conquense recibirá anualmente a través de este Real Patronato, y citó en su intervención distintas alusiones de defensa del principio de igualdad entre todos los españoles y de sentir orgullo de una misma nación.
¡Claro que Cuenca no es Cataluña, ni Cataluña es Cuenca! Y allí hay valores que respetamos y queremos con sinceridad que aquí no tenemos, aunque aquí haya otras cosas. Pero sentimos el orgullo de pertenecer a la misma nación, que acumula valores, en Cuenca y en Cataluña, señaló.
Mirar a Toledo
El presidente regional se mostró convencido de que el progreso de la ciudad será un fin posible con el Real Patronato de Cuenca. Es el tercero que, tras Santiago de Compostela y Toledo, se crea en nuestro país, pero que no será, en palabras irónicas de Bono, un hecho diferencial que ejerza Castilla-La Mancha.
Para el presidente, el Patronato viene a hacer justicia con Cuenca, una tierra que, como Castilla, se vio con el paso de los siglos desde la periferia como tierra de dominadores aunque ni siquiera tuvo conciencia de ellos, y ha tenido la herida del trasvase Tajo-Segura, que pesa como servidumbre.
Ahora hemos tenido que llegar a acuerdos en materia de agua. La región, la única que cede agua desde su cabecera, está en condiciones de seguir cediéndola y respetar cualquier principio, aunque siempre nos ha parecido más grave trasvasar desde cabecera que desde desembocadura, agregó.
De un modo más personal, el presidente Bono quiso agradecer la visita de José María Aznar a Cuenca y su implicación en el proyecto, antes de su salida anunciada del Palacio de La Moncloa. Así, no quiso olvidar sus mejores deseos de felicidad en el futuro, como hace la gente de bien.



