El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, propuso hoy alcanzar un gran pacto de Estado para integrar dignamente a los inmigrantes que viven en nuestro país al considerar que la Ley de Inmigración aprobada por el Gobierno central se ha revelado como un instrumento ineficaz en este objetivo.

José Bono realizó estas declaraciones en Albacete donde participó en las II Jornadas de Derecho Constitucional organizadas por la Universidad de Castilla-La Mancha, y que en su segunda sesión debatieron la problemática de la inmigración en España y las libertades de los extranjeros con la presencia del ex presidente del Gobierno, Felipe González, y el ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel moderados por el diputado nacional Diego López Garrido.

Bono lamentó que se estén levantando, con demasiada frecuencia, voces contra el multiculturalismo, lo que, a su juicio, hacen pensar en un resurgir de la teoría del “pueblo elegido por Dios”.

Asimismo, apuntó que los únicos inmigrantes que no tienen problemas en España son aquellos que tienen dinero, lo que supone recordar la imagen de los vendimiadores de Castilla-La Mancha que iban a trabajar a Francia para poder comer con muchos problemas, mientras que los españoles que viajaban en avión en primera clase no tenían dificultad alguna en ningún país.

Por ello, el presidente del Ejecutivo regional solicitó resolver esta cuestión “con inteligencia y solidaridad y sin exacerbar pasiones, porque algunos lloriquean cuando algún inmigrante muere a bordo de una patera, pero si consigue salvarse le molesta que se bañe en una piscina pública o entre en una discoteca porque contamina a sus hijos y eso, desgraciadamente, está bastante asentado en algunas capas de la población”.