El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, señaló durante el acto de reconocimiento a la labor de los docentes de la región que se jubilan este año, que lo que somos en esta tierra se debe a la paciencia y la dedicación personal de aquellos profesores que han puesto en marcha el reloj de la educación y que han permitido la creación de un capital humano “que no se puede improvisar”.

Según José Bono, ese mérito “os ha hecho merecedores de este homenaje que quiere ser una expresión de cariño hacia los que habéis dedicado vuestra vida a transmitir conocimientos y valores”. Una actitud que ha servido “para que Castilla-La Mancha pueda volar más alto”.

El escenario de la educación ha cambiado, resaltó el presidente, que afirmó que ahora el magisterio se ejerce en mejores condiciones. Desde la asunción de las competencias en esta materia “hemos gastado 103 millones de pesetas más cada día que cuando dependían del Gobierno central”. Y es que en este ámbito, dijo, nunca faltará la inversión “porque eso sería hipotecar nuestro futuro”.

Bono también ha querido agradecer la creación de oportunidades que han propiciado los más de 200 educadores que este año abandonarán su día a día en las clases. Sin ellos y sin su paciencia, manifestó, “esta región no hubiera podido progresar”.

El acto finalizó con la entrega de un reloj a cada uno de los profesores. Con ella se simboliza según el responsable del Ejecutivo autonómico “la expresión de una sociedad que quiere reconoceros y que por eso os entrega este regalo que representa el futuro de una Comunidad Autónoma en la que sus ciudadanos quieren que sigáis dando cuerda a las manecillas del progreso”