El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, expresó hoy ante el Príncipe de Asturias que nuestra región mira al futuro con optimismo gracias a los hombres que nos dejaron unas instalaciones industriales extraordinarias como las del complejo petroquímico de Puertollano propiedad hoy de REPSOL-YPF.

Bono, que acompañó a Don Felipe de Borbón en su visita a estas instalaciones para conmemorar los cincuenta años de su puesta en marcha, señaló que, gracias al trabajo de todas esas personas anónimas, Castilla-La Mancha ha dejado de mirar al pasado, a los años en los que, como decía García Pavón, era “la criada y la mandadera de España”, y disfruta hoy de unos niveles industriales iguales o superiores a la media nacional y europea.

Hace cuarenta años, recordó el presidente, el 60% de los castellano-manchegos vivía de la agricultura y hoy este porcentaje es inferior a la media española, al igual que nuestro índice de conflictividad laboral, que es el más bajo de España, especialmente en Puertollano.

Para Bono, empresas como REPSOL-YPF son parte de este “milagro laico” conseguido entre todos los castellano-manchegos y, por tanto, anunció el apoyo decidido del Gobierno de Castilla-La Mancha para que pueda poner en marcha cuanto antes sus nuevos proyectos, entre los que destaca la planta de mild hydrocracking, que permitirá aumentar la producción de gasóleos de automoción y reducir en cinco mil toneladas anuales las emisiones de azufre a la atmósfera. En la construcción de esta nueva unidad trabajarán hasta mil quinientas personas.

Además del presidente de Castilla-La Mancha, en el acto conmemorativo del cincuentenario de la inauguración del complejo tomaron la palabra el presidente ejecutivo del grupo REPSOL-YPF, Alfonso Cortina, y el vicepresidente ejecutivo de Dow Stream de la empresa, Juan Sancho Rof, quienes glosaron la historia del complejo desde principios de los años cuarenta, cuando el INI crea la “Empresa Nacional Calvo Sotelo” para construir en Puertollano una planta de producción de combustibles y lubricantes a partir de las pizarras bituminosas que se extraían en las minas de la comarca. La planta fue inaugurada en mayo de 1952.

A principios de los años sesenta comienza la transformación del complejo con el abandono de la transformación de las pizarras y la puesta en marcha de la refinería de petróleo, que empezó a funcionar en 1965 merced al oleoducto Málaga-Puertollano. En aquella época, en la que también empezaron a funcionar las plantas de producción de plásticos, el complejo empleaba a cuatro mil personas

En 1974, se constituye la “Empresa Nacional del Petróleo”, ENPETROL, en la que se integran el complejo de Puertollano y las refinerías de Escombreras y de Tarragona y, en 1985, la de La Coruña, y que, en 1987, daría paso a la creación de la empresa REPSOL, REPSOL-YPF a partir de 1999.

El último hito de la historia del complejo industrial de Puertollano fue la inauguración hace dos años del nuevo oleoducto de 358 kilómetros de longitud procedente de Cartagena, que asegura el suministro de crudo a la refinería de Puertollano, en la que actualmente, según la empresa, trabajan dos mil personas y se generan otros tres mil empleos inducidos.