El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, manifestó hoy su esperanza y su deseo de que la Ley de Cooperación Autonómica que esta tarde presenta en el Senado el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, sea “una ley para el acuerdo y no para el enfrentamiento”.

En declaraciones a los periodistas en los pasillos de las Cortes regionales, donde hoy se celebraba pleno, Bono se mostró partidario de la colaboración entre administraciones y afirmó que “sería muy bueno que ese entendimiento se plasmase en una ley”.

No obstante, apuntó, “si lo que se pretendiese con esa ley es disminuir la autonomía de las administraciones, me parecería mal”, ya que, a su juicio, “hay que ser autónomos de los partidos, de los gobiernos y de los grupos de presión, y representar a los ciudadanos”.

Asimismo, el presidente castellano-manchego hizo una reflexión sobre la representación de las comunidades autónomas en Europa, afirmando que, aunque le gusta su país y se siente español, no es nacionalista, ya que “no creo que todo deba depender de dónde se ha nacido, del color de la piel o de una determinada cultura, sino que la solidaridad está por encima de las fronteras”.

Bono considera “sensato” que cuando se tratan asuntos relacionados con nuestra comunidad autónoma en Europa, el Gobierno central esté acompañado “de alguien de Castilla-La Mancha para que le ayude, le ilustre y le apoye en la defensa de los intereses de esta región, que es una parte de España”.

Sin embargo, dijo no estar de acuerdo “con aquellos que creen que la representación, por ejemplo, de Castilla-La Mancha estaría mejor en manos de otra autonomía que del Gobierno central”.

En este sentido, apuntó que aunque no es amigo de Josep Piqué y no tiene “gran caudal de confianza hacia su actuación política”, para representar los intereses de Castilla-La Mancha en Europa “prefiero al ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España que, por ejemplo, al señor Arzalluz”.