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04/03/2003JCCM
Según destacó el presidente regional durante la entrega de la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha al cardenal emérito, Marcelo González

BONO: “INCORPORAR LOS VALORES RELIGIOSOS A LA POLÍTICA ES UNA DE LAS FORMAS MÁS SINCERA DE RENOVACIÓN SOLIDARIA”

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha subrayado hoy que “incorporar los valores cristianos a la política es una de las formas más profunda y sincera de renovación solidaria”, refiriéndose de esta forma al principio religioso de ayudar siempre a los más desfavorecidos.

José Bono realizaba hoy esta afirmación durante el acto de entrega de la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha al cardenal arzobispo emérito de Toledo, Marcelo González Martín, celebrado esta mañana en el monasterio de San Juan de los Reyes de la capital regional.

El responsable del Ejecutivo autonómico, que ha destacado del cardenal emérito “su humanidad extraordinaria” así como ser una persona “autónoma y con palabra”, trabajadora, con tesón y que “tiene carácter pero sabe llegar a acuerdos”, ha explicado que con la concesión de esta máxima distinción de la Comunidad Autónoma se demuestra “la hospitalidad del Gobierno de Castilla-La Mancha y de la sociedad de esta tierra que ha desterrado la falsedad de que el progreso discurre necesariamente al margen del sentimiento religioso”.

Bono ha confesado que comparte con Marcelo González Martín “la fe en la esperanza; la esperanza de que los pobres, los justos, los que sufren, los pacíficos, ha de ser bienaventurados aquí también en la tierra”.

El presidente castellano-manchego se ha referido también a la necesidad de buscar la paz “porque el enfrentamiento bélico en defensa de estandartes o fronteras no valen la vida de un solo ser humano”.

En presencia de numerosas autoridades civiles y religiosas, José Bono ha entregado la Medalla de Oro de la región a Marcelo González Martín, justo un día antes de que se cumplan los 42 años de su ordenación episcopal, al igual que los 30 años desde que fue nombrado cardenal por el Papa Pablo VI.

La implicación de Marcelo González durante los más de 30 años que ha estado al frente de la Archidiócesis de Toledo en asuntos de interés para Castilla-La Mancha, mostrando su rechazo a uno de los trasvases del río Tajo o firmando con el Gobierno regional el primer convenio que hubo en España para la restauración del patrimonio histórico de la Iglesia Católica en la Comunidad Autónoma, ha sido destacada por el presidente José Bono “como un ejemplo de su complicidad con nuestra Autonomía, que justifica la entrega de esta medalla”.

Como cualquier hombre, según dijo el presidente autonómico, Marcelo González Martín, “es una suma de luces y de nubes”, añadiendo que “en nombre de Castilla-La Mancha queremos honrar a un hombre del que podemos componer un balance positivo de su vida y que ha dejado huella en este pueblo”.

“Una tierra de grandes hombres y mujeres”

El cardenal arzobispo emérito de Toledo, Marcelo González, que agradeció emotivamente la concesión de la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, señaló durante su intervención que “esta es una tierra de grandes hombres y mujeres que figuran en la historia pero, sobre todo, de hombres y mujeres sencillos que se esfuerzan con su trabajo anegado”.

Asimismo, Marcelo González que consideró la concesión de esta distinción de la Comunidad Autónoma como “un privilegio” y una muestra del “cariño que me tenéis y de vuestra generosidad”, matizó sin embargo que no era merecedor de ello porque “quien ha disfrutado con su obligación no merece un premio y en ello ya tengo mi recompensa”.

El cardenal emérito recordó detalladamente su relación y participación en distintos actos de las diferentes diócesis de Castilla-La Mancha, algo que según afirmó “me ha hecho compenetrarme con las gentes sencillas de estas tierras”.

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