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20/04/2005Presidente
En el nombramiento de Carlos Fuentes como Doctor Honoris Causa por la UCLM, que ha tenido lugar en el Campus de Ciudad Real

BARREDA: "LA INMÓVIL ALDEA DE LA MANCHA, EN LA QUE VIVÍA DON QUIJOTE, ESTÁ TRANSFORMÁNDOSE Y CAMBIANDO CON LA AUTONOMÍA Y LA DEMOCRACIA"

El presidente el Ejecutivo castellano-manchego agradeció al escritor mexicano “su obra y su compromiso” y advirtió que con este nombramiento, la Universidad de Castilla-La Mancha, es desde hoy, es todavía mejor. Por su parte, el mexicano Carlos Fuentes realizó una reflexión magistral de la obra cervantina por excelencia y del escenario en el que ésta se desarrolla.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró hoy en Ciudad Real en la clausura de la investidura como Doctor Honoris Causa del escritor mexicano Carlos Fuentes que “la inmóvil aldea de La Mancha, en la que vivía Don Quijote, con la democracia y la autonomía, ha dejado de estar quieta y está transformándose y cambiando”. Parafraseando al homenajeado advirtió “no somos aún, estamos siendo”.

El presidente advirtió que “nosotros los de entonces ya no somos los mismos” y que los castellano-manchegos somos cada vez más libres y responsables de nuestro futuro y estamos más seguros de nosotros. Asimismo explicó que en la España actual la trilogía, Democracia, Autonomía y Europa, ha revolucionado la realidad.

Aprovechó para recordar la donación que Eulalio Ferrer hizo del Quijote Azteca a Ciudad Real. “Un símbolo que como nuestro héroe va y viene de España a América y de América a España”. Y es que para José María Barreda la lengua “imperial” de Nebrija se ha convertido en “algo mejor, la lengua de Jorge Luis Borges y de Pablo Neruda, de Julio Cortázar, de Octavio Paz y de Carlos Fuentes”.

Para el jefe del Ejecutivo regional, el castellano se ha convertido en un símbolo de lo que somos “territorio de La Mancha. Manchados, impuros, mestizos, abiertos por fuerza a la comunicación, las migraciones, la confianza en nuestra aportación al mundo. Somos los escuderos de Don Quijote”.

El presidente, que denominó al escritor mexicano “paisano desde siempre y desde hoy compañero de nuestra Universidad”, agradeció la obra y el compromiso de Fuentes y advirtió que con este nombramiento, “la Universidad de Castilla-La Mancha es todavía mejor”.

Barreda dio la bienvenida al escritor a La Mancha, “a una ínsula literaria y a tu territorio, al espacio compartido a uno y otro lado de la mar océano que nos une en el lenguaje común de los afectos”.

Ante más de un millar de personas que ocupaban el Paraninfo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha en el Campus de Ciudad Real, el presidente regional aseveró con satisfacción que los lugares de La Mancha “son reales, que se pueden y se deben visitar y que están vigentes en pleno siglo XXI”.

Trabajando a pecho descubierto

En este sentido el máximo responsable Regional indicó que “se trata de la Región más transparente que esta generación está construyendo a pecho descubierto”. Definió Castilla-La Mancha como ese anchurón cósmico lejos del mar, de la montaña, pero muy cerca del firmamento “en nuestros cielo se divisan con claridad como tiritan azules los astros a los lejos”.

El presidente Barreda recordó que hay quienes han dicho que Cervantes ubicó a Don Quijote en La Mancha para “mover a risa”, pero a su juicio “sólo los más necios que no saben mirar, pueden pensar que no habría nada aquí”. Muy al contrario el jefe del Ejecutivo regional señaló que, como dijo en su día Manuel Azaña, “Don Quijote sólo podría ser manchego”.

Don Quijote quiso llevar el nombre de La Mancha para honrarla y hacerla célebre y aunque se conoce más al personaje que al paisaje, el Gobierno de Castilla-La Mancha, aprovechando que este año se celebra el IV Centenario de la obra de Cervantes, quiere dar a conocer al mundo la tierra en la que escritor quiso ubicar las aventuras y desventuras del hidalgo.

Para el presidente de Castilla-La Mancha, Don Quijote es universal porque es auténticamente manchego, porque “nació del conocimiento y de la imaginación, como así lo hizo la Universidad de Castilla-La Mancha”. Barreda hizo este símil al que añadió que el campus castellano-manchego es fruto de “la sociedad de Castilla-La Mancha, de la autonomía política y de la colaboración del Gobierno central”.

Asimismo y parafraseando un fragmento de ‘En esto creo’ de Carlos Fuentes en el que dice que “en la Universidad todos tenemos razón pero nadie razón a la fuerza”, que “de la diversidad nace la unidad” y que “del respeto a las diferencias nace la unidad del país”, el presidente aseveró que “lo contrario de la igualdad no es la diferencia sino la desigualdad”.

A este respecto Barreda abogó por el fomento de la solidaridad en pro de la igualdad para lo que no hace falta “un Estado grande sino lo suficientemente fuerte para garantizar un único espacio de convivencia”. Todo ello englobado en un doble proceso el que se da en la España de las autonomías y de un ente supranacional Europa.

Por último y en honor al homenajeado el presidente advirtió que “debemos ser capaces de dar respuesta a la mundialización porque no hay globalidad que valga sin localidad que sirva”.

Ceremonial

El acto de investidura como “Doctor Honoris Causa” por la Universidad de Castilla-La Mancha del escritor mexicano arrancó con el “laudatio”, a cargo del profesor doctor Matías Barchino. En su discurso subrayó que es “un modelo intelectual y artista del siglo XXI, crítico consciente y estudioso del pasado, inquieto por el presente en todas sus facetas y por el porvenir de América Hispana y de la Humanidad” y agregó que “toda su obra literaria, preocupada por la calidad y por el uso de la buena lengua española, ha sido capaz de crear su propia realidad”.

A continuación, el rector de la Universidad regional, Ernesto Martínez Ataz, entregó a Fuentes el título de Doctor “Honoris Causa” y le impuso el birrete laureado. Sus padrinos en la ceremonia le entregaron, asimismo, los demás atributos: el libro de la Ciencia y la Sabiduría, en este caso un ejemplar del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, una edición mexicana del año1842; el antiguo anillo, símbolo del matrimonio con el saber, y los guantes blancos, símbolo de fuerza y de alta categoría.

Carlos Fuentes prestó juramento en una ceremonia solemne y después realizó una reflexión magistral de la obra universal de la literatura española, Don Quijote de La Mancha, elemento fundamental, como expuso Barchino, de la nueva novela hispanoamericana y mundial que él mismo representa.

Así, entre otras cuestiones, puso de manifiesto los lazos que unen la obra cervantina por excelencia con nuestra actualidad como lectores cuatro siglos después: “Novela fundadora de la novela”, dijo, “es próxima a todos los tiempos y al nuestro mismo porque nos demuestra que sólo se acerca a la verdad quien no trata de imponer su verdad”.

“Es también la ficción que funda la verdad, la ficción que pone a prueba la razón, la ficción que inventa lo que falta en el mundo, la ficción que nos permite apropiarnos del mundo, la ficción que le da color, sabor, sentido, sueño y vigilia, perseverancia y holganza al mundo”, añadió.

Otras intervenciones

Tras su intervención, tomó la palabra el presidente del Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco Luzón, que agradeció “de todo corazón” la aportación del homenajeado a esta institución regional.

Del mismo modo, se mostró orgulloso de que la Universidad sea una de las “palancas más importantes para el desarrollo de la región” ya que, según recordó, cuando comenzó a gestarse este proyecto fueron muchos los que no lo creyeron necesario. Sin embargo, señaló, “gracias a un puñado de gente”, en alusión al ex presidente Felipe González,- presente también en el acto-, a José María Barreda y a Clementina Díez de Baldeón, este proyecto salió adelante y hoy Castilla-La Mancha quintuplica el número de universitarios respecto a 1984.

Por su parte, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, felicitó al claustro de profesores de la Universidad castellano-manchega por sus “dos grandes aciertos”, contar por un lado con Carlos Fuentes en el seno del claustro, y, por otro, hacerlo en el año en el que “todo el mundo celebra el Quijote, el personaje, el libro, el autor y el idioma que nos une con Latinoamérica”.

El rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Ernesto Martínez Ataz, se mostró igualmente orgulloso de recibir en el claustro a “este insigne mexicano, de una calidad humana excepcional, creador de una obra literaria de excelencia, infatigable defensor de la lengua española y de los valores hispánicos. Intelectual comprometido y auténtico Quijote de nuestro tiempo”.

Por este motivo, Martínez Ataz aseguró que el acto de hoy es una plasmación del vínculo y el compromiso de España con Iberoamérica que se empeñan en mantener las universidades españolas a través de relaciones académicas y científicas. En este sentido, hizo referencia al cauce que “nos permite fortalecer los lazos comunes de la cultura y la fraternidad”, como es la lengua española, una lengua “universal” y “de futuro”.

En su alocución, el rector quiso rendir también un homenaje a los científicos y juristas del exilio mexicano que se comportaron como “auténticos Quijotes de La Mancha” y encontraron la hospitalidad generosa de los hombres y mujeres de la solidaridad, con el presidente Lázaro Cárdenas a la cabeza.

Por último, el grupo Ensemble Durendal, con el claustro de Doctores e invitados en pie, interpretó el himno “Gaudeamus Igitur”.

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