El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró hoy que la Democracia es como una planta de invernadero no autóctona a la que hay que cuidar y mimar “día a día, todos los días” para que luzca y dé sus frutos “porque si no, se estropea” y eso, apuntó, “necesita un esfuerzo fundamental”.

El presidente castellano-manchego hizo esta aseveración en la inauguración del ‘Encuentro sobre gobernabilidad y cohesión social a 30 años de Democracia en España. Reflexiones desde El Salvador’ que se celebra estos días en Toledo, en el que se defenderá la democracia como modelo de convivencia y la solidaridad entre pueblos que comparten una cultura común, y que ha contado con la asistencia de la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín.

En este contexto, Barreda -que deseó éxito en las reflexiones que de este encuentro van a surgir- recordó que la reunión se celebra en la Ciudad de las Tres Culturas, conocida por la convivencia de árabes, judíos y cristianos. Del mismo modo, señaló que todos los presentes en el encuentro son manchegos, en la acepción de Carlos Fuentes que decía que los que hablamos la lengua de Cervantes a uno y otro lado del océano nos podemos llamar así.

Tras expresar su admiración y cariño por El Salvador, sobre todo por sus gentes, José María Barreda recordó a los miembros de este Foro que España está viviendo en la actualidad el periodo más fecundo de su historia gracias a que, tras la aprobación de la Constitución española de 1978, se adquirió el compromiso de superar el resultado de una “guerra fraticida”.

Barreda aseguró que en este país “no queremos que vuelvan las dos ‘Españas’, porque no queremos que ninguna España se hiele”, y añadió que se trata de “compartir experiencias y trayectorias”.

En este sentido puso en valor la responsabilidad que tienen los participantes en estas reflexiones sobre el futuro del El Salvador. “Tienen la responsabilidad de introducir racionalidad y moderación, corazón e inteligencia para evitar una polarización irreversible en El Salvador”, apuntó el presidente de Castilla-La Mancha, que advirtió que “para una buena gobernabilidad la moderación es necesaria e imprescindible”.

Por último, José María Barreda recordó a los ponentes que, para Pablo Neruda, Toledo era la ciudad más bonita, junto a Valparaíso, de cuantas había conocido, se mostró esperanzado en que el resultado de estos diálogos sea útil y que todos los presentes en este encuentro de Toledo sean capaces de introducir las resoluciones en sus respectivos ámbitos de influencia para que El Salvador disfrute de la paz, la convivencia y el desarrollo que su pueblo se merece.

Castilla-La Mancha, un ejemplo a seguir

La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, tuvo palabras de reconocimiento para Castilla-La Mancha y aplaudió su esfuerzo en cooperación con los países en vías de desarrollo. “Este presidente lidera una región ejemplar en materia de cooperación al desarrollo porque junto a Navarra es la Comunidad Autónoma que más esfuerzo hace en la lucha contra la pobreza”, rubricó.

En este mismo sentido, aplaudió el resurgir de esta tierra al advertir que “Castilla-La Mancha es el mejor ejemplo de superación, de trabajo colectivo, de cohesión social, de buena gestión y sobre todo de aprovechamiento de las oportunidades, en definitiva de todo de lo que aquí se va a hablar”. Al mismo tiempo, Pajín aseveró que Castilla-La Mancha ha sabido aprovechar las políticas y los recursos para otorgar derechos, impulsar la igualdad de oportunidades y también para impulsar la cohesión social.

La secretaria de Estado de Cooperación Internacional recordó que en la actualidad el 40% de las ayudas a cooperación del Gobierno de España se destinan a América Latina, triplicando la ayuda a El Salvador. La cifra asciende a 60 millones de euros en lo que va de Legislatura.

Pajín explicó que España puede ser un buen ejemplo para El Salvador al ofrecer su propia experiencia como muestra y aseguró que “cuando se trata de garantizar derechos y construir una sociedad cohesionada hay que dejar a un lado debates partidistas”. Por último se mostró esperanzada en que el encuentro que estos días acoge Toledo contribuya a fortalecer esfuerzos y a dar respuestas a los anhelos de una sociedad que quiere vivir en paz.

Por su parte el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, recordó a los ponentes de este encuentro que esta es la ciudad de la convivencia y que gobernabilidad y cohesión son las dos caras de la misma moneda. Del mismo modo, mostró su orgullo porque España es el ejemplo de gobernabilidad y cohesión, no en vano se trata de dos máximas a cumplir en cualquier sistema democrático.

El acto contó con la presencia del delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano; el consejero de Bienestar Social, Tomás Mañas, y la directora general de Acción Social Cooperación Internacional, Esther Padilla.