BARREDA: "LA CIUDAD DE CUENCA PARECE QUE ESTÁ HECHA PARA ESTA PROCESIÓN, UNA MADRUGADA MUY ESPECIAL"
En el amanecer del Viernes Santo, en Cuenca, miles de nazarenos han participado en la celebración más arraigada y conocida de la Semana Santa conquense. El presidente del Ejecutivo regional vio salir la procesión a las cinco y media de la madrugada.
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que ha visitado hoy Cuenca, ha disfrutado de la procesión más emblemática de la Semana Santa conquense, la procesión Camino del Calvario más conocida como Las Turbas. El jefe del Ejecutivo regional aseguró que la ciudad de Cuenca parece que está hecha para esta procesión, se trata de una madrugada muy especial y una experiencia que merece la pena vivir.
El presidente Barreda asistió a la salida de la procesión Camino del Calvario y fue participe de los sones de los clarines que los turbos amistosamente le ofrecieron. El presidente, junto al alcalde de Cuenca, José Manuel Martínez Cenzano, y el delegado de la Junta, Juan Manuel Ávila, pudo disfrutar de la llegada de Las Turbas a la plaza Mayor conquense, desde los balcones del Ayuntamiento.
José María Barreda destacó el conjunto de la procesión, el contraste entre el silencio que acompaña a la Virgen de la Soledad y el estruendo de los turbos cuando pasa el Cristo. Esta es una experiencia que hay que tener personalmente, no se puede entender si no se vive de cerca la salida del Jesús y la Virgen.
De todas las procesiones de la Semana Santa de Cuenca, la del Camino del Calvario es la que más expectación genera. Miles de nazarenos vestidos con las túnicas de sus respectivas hermandades y formando una imagen multicolor, han recreado, un año más, las burlas que Jesucristo tuvo que padecer camino de su crucifixión, mediante clarines desafinados y ronco sonido de tambor. Todo ello desde el máximo respeto y devoción.
En el amanecer del Viernes Santo, a las 5.30 de la mañana en Cuenca, miles de nazarenos han tomado parte en la celebración más arraigada y conocida de la Semana Santa conquense. Son las llamadas Turbas que han salido precedidas por las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Salvador, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín.
La procesión ha ofrecido a los asistentes momentos únicos muy especiales. Merece mención especial la imagen de la Virgen de la Soledad de San Agustín que ha desfilado en absoluto silencio, acompañada de un escrupuloso respeto. Un silencio que contrasta con el estruendo de los tambores y los clarines de la turba que va encabezando el desfile procesional.
Los gritos e insultos que acompañaron a Jesús camino de su muerte son sustituidos en esta procesión por la turba con sonidos peculiares, mezcla de toques de tambor y clarín desafinado que en Cuenca reciben el nombre de palillás y clarinás.
Las hermandades que componen la procesión Camino del Calvario son la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Salvador, con los pasos de Nuestro Padre Jesús y La Caída, conocida también como La Verónica; y la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín, con los pasos de El Encuentro de Jesús con su Madre, y la Virgen de La Soledad.
Treinta y cuatro son los portadores de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno que preside la procesión. La otra imagen que posee esta hermandad es La Caída que es portada por 24 banceros. A estos pasos les han seguido tres ó cuatro mil tambores y los cien clarines que, a modo de escarnio del populacho, se mofan del condenado a muerte llamado Jesús de Nazaret.
La Hermandad de San Juan Apóstol Evangelista también desfiló portada por 24 banceros. Este paso ha sido mecido al son de las bonitas marchas procesionales que se interpretan en estos días, es lo que los conquenses denominan "bailar" el paso.
Cerró la procesión la Virgen de la Soledad (de San Agustín), portada por 32 banceros y, junto a la misma, el paso anejo al titular denominado El Encuentro.