El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, significó que la exposición ‘Celosías. Arte y piedad en los conventos de Castilla-La Mancha durante el siglo de El Quijote’, que esta tarde inauguró acompañado por el cardenal de Toledo, Antonio Cañizares, “va a suponer una contribución a la historia del arte español, en lo que se refiere al arte conventual en el tiempo de El Quijote”.

En opinión del presidente Barreda, esta muestra brinda al público una oportunidad única para contemplar piezas artísticas que proceden de conventos, en los que no se pueden visitar.

Además del valor histórico y artístico que poseen las piezas, José María Barreda subrayó el trabajo de investigación y la labor historiográfica sobre la que descansa la exposición y que se ha plasmado en un formidable catálogo que quedará para la posteridad, así como la restauración, por parte el Centro de Restauración de Castilla-La Mancha, de 70 de las 222 obras que conforman la exposición.

Por este motivo, el presidente regional felicitó a la comisaria de la muestra, Palma Martínez-Burgos, y a los autores de los artículos que han colaborado en la elaboración del catálogo. Asimismo, Barreda argumentó que el extraordinario trabajo que ha hecho posible la exposición encuentra su recompensa en la “huella indeleble”, que imprimirá en los espectadores que la visiten.

El jefe del ejecutivo castellano-manchego también expresó su felicitación a la Empresa Pública ‘Don Quijote 2005’ por organizar este evento que da cumplimiento al compromiso del Gobierno que preside José María Barreda de proseguir con el IV Centenario, “porque el espíritu de Don Quijote continúa”, apuntó Barreda.

Asimismo, subrayó el hecho de que el comité científico de la exposición haya estado integrado por profesores y profesoras de la Universidad de Castilla-La Mancha. Esta circunstancia constituye una prueba, aseveró, de que la Región ha alcanzado “la masa crítica capaz de hacer esto y cualquier cosa”.

En otro contexto, el presidente Barreda afirmó que “somos los que somos, pensamos como pensamos. Nuestra concepción del mundo y de la vida tiene mucho que ver con la historia común que hemos compartido a lo largo de mucho tiempo y la historia del arte resultaría ininteligible sin las claves religiosas”. De esta forma, reconoció el profundo valor intrínseco que posee unas obras en las que confluyen arte, historia y religión.

El pasado, clave para construcción de un mundo mejor

Por último, José María Barreda argumentó que exposiciones de estas características nos permiten fortalecer los vínculos con nuestro pasado, pues “es bueno que conozcamos nuestro pasado y que este nos sirva para la construcción de la convivencia y organización de un mundo mejor”, concluyó.

Por otra parte, tanto el cardenal Antonio Cañizares como la comisaria de la muestra coincidieron en señalar el acierto en su concepción, ya que contribuye a mostrar al mundo la riqueza del arte conventual español.

En este sentido, Palma Martínez-Burgos comparó a Celosías. Arte y piedad en los conventos de Castilla-La Mancha durante el siglo de El Quijote’ con exposiciones que han marcado un hito en la historia del arte español, como ‘Las edades del hombre’, ‘El esplendor del tiempo’ o ‘Signos’.

A la inauguración de la muestra asistieron, entre otros, la consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo; el delegado del Gobierno en la Región, Máximo Díaz-Cano; y el obispo de Ciudad Real, Antonio Algora.