El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, manifestó hoy en el transcurso del XXIII Encuentro de Voluntariado de Pensionistas organizado por la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) en La Roda (Albacete) que, “en Castilla-La Mancha no sobra nadie, pero si se necesita a alguien es a las personas mayores que son capaces de poner su experiencia y sabiduría al servicio del conjunto de la sociedad”.

Así, en este sentido el presidente Barreda destacó la meritoria labor del voluntariado que redunda en la mejora de las condiciones de vida de las personas mayores, que son los que más necesitan de la solidaridad de los otros.

Asimismo, el presidente del Ejecutivo castellano-manchego indicó que el conjunto de los presupuestos regionales para el año 2005 que se aprobarán en diciembre en las Cortes estará dirigido a las personas mayores, “porque al final el objetivo que perseguimos desde el Gobierno no es otro que mejorar la calidad de vida; así es cuando se hacen carreteras o cuando se toman decisiones desde cualquier Consejería”.

Del mismo modo José María Barreda recordó que existen políticas específicas dirigidas a lograr el mayor bienestar de los que más lo necesitan, y entre ese colectivo se encuentran los hombres y mujeres de la tercera edad. Y subrayó que hay un envejecimiento de la población cada vez mayor que plantea nuevas necesidades al conjunto de la sociedad de Castilla-La Mancha.

Es en este ámbito donde el presidente castellano-manchego ha puesto en valor el trabajo de la UDP, esta organización de voluntariado que hoy celebra su vigésimo tercer encuentro. “Vosotros, junto a los recursos de la Administración, conformáis una red asistencial imprescindible para la asistencia a mayores en nuestra Región”, apuntó.

José María Barreda agradeció en nombre del Gobierno que preside el compromiso que los más de 1.200 voluntarios presentes en este acto adquieren con su labor diaria, un trabajo –dijo- al que nunca podría llegar la Administración por sí sola.

“Todos somos útiles y ese sentimiento y esa convicción no se puede perder en ningún caso”, declaró Barreda quien añadió que, “la dignidad de un hombre y una mujer es un derecho que se debe mantener siempre y que se acrecienta con acciones como la del voluntariado”.

Las personas mayores, la prioridad de las prioridades

En este mismo orden de cosas, el presidente reiteró que la prioridad de las prioridades del Gobierno de Castilla-La Mancha son sus mayores. Indicó que en nuestra región hay más de 350.000 personas con más de 65 años, hombres y mujeres a los que dio las gracias ya que, “si hoy tenemos mayores posibilidades y mejores condiciones de vida es por vuestro esfuerzo a lo largo de toda una vida”.

Barreda manifestó también que, la atención a los mayores debe ser un signo de identidad y de implicación de Castilla-La Mancha y por ello apuntó que hay que hacer las cosas con los mayores porque, “en la construcción de un mundo mejor vuestra experiencia es imprescindible”.

Aprovechó igualmente para recordar que antes de que concluya este año habrá más de 7.500 plazas públicas en residencias para personas mayores.

En Castilla-La Mancha cerca del 20% de la población es mayor de 65 años, un dato importante cuantitativamente pero más si cabe cualitativamente, a juicio del presidente, dado que, para José María Barreda, nadie mejor que los mayores sabe y conoce de las necesidades de sus pueblos y de sus gentes.

Por último, el presidente de Castilla-La Mancha solicitó la colaboración de este colectivo de voluntarios, así como de la Unión Democrática de Pensionistas en general, en la organización de los actos del IV Centenario del Quijote que tendrá lugar el próximo año y garantizó toda la cooperación del Gobierno regional en sus actividades.

La UDP es una entidad pionera en la región en el desarrollo de acciones dirigidas desde los mayores para los mayores y está llevando a cabo desde 1996 un programa de Voluntariado Social en colaboración con la Consejería de Bienestar Social.

Los objetivos del programa de Voluntariado

Los objetivos del programa de Voluntariado son, entre otros, mantener la permanencia en el domicilio y en las comunidades de origen a las personas necesitadas de apoyo, evitando de esta forma su internamiento y aislamiento social.

Se trata además de incrementar, mediante su incorporación al voluntariado social, las capacidades de las personas mayores para su integración en la convivencia familiar y comunitaria.

La UDP facilita compañía dentro del hogar y en instituciones a personas con su autonomía funcional mermada y promueve la motivación a la participación en actividades socioculturales con el fin de integrar a los usuarios en el entorno cultural de la comunidad.

Además a lo largo del año se llevan a cabo todo tipo de actividades de mantenimiento y apoyo a los grupos de voluntariado existentes; promoción, captación de voluntarios y creación de nuevos grupos de voluntariado, capacitación y formación para el voluntariado social de personas mayores; formar a personas mayores en materia de voluntariado social para prestar servicios complementarios como voluntarios sociales.

Desde 1996, la Consejería de Bienestar Social tiene suscrito un convenio de colaboración con la Unión Democrática de Pensionistas para financiar estas actividades. Desde el año 2001 el convenio se cofinancia al 50% con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.